Tiene un restaurante en Marbella y está a punto de regresar al país a dirigir un "pueblo gastronómico" en Calamuchita

Un chef nacido en Córdoba, y con proyectos en su zona natal, es la tercera estrella Michelin de Argentina. El premio lo lleva directo a Mauricio Giovanni a formar parte de la elite mundial de la gastronomía, donde ya hay dos platenses galardonados, ambos instalados en Europa.
Desde Marbella, donde está radicado hace 15 años y donde tiene su restaurante Messina, adelantó que está dispuesto a regresar a Córdoba para dirigir un proyecto de "pueblo gastronómico" en el valle de Calamuchita.
Padre de dos hijos y con una tercera en camino, Giovanni todavía está sorprendido de las nuevas posibilidades que ya le abrió la estrella Michelín: "La mía es la quinta de la ciudad y eso trae aparejado oportunidades no sólo en lo personal, sino para la ciudad que está hablando de un slogan 'Marbella cinco estrellas'. Incluso ya nos han invitado a la Feria de Turismo de Madrid, muy importante a nivel mundial", afirmó en declaraciones al diario La Nacion.
Messina está a treinta metros del mar, así que el menú de Giovanni incluye mucho pescado. "A pesar de ser argentino no soy fanático de la carne, aunque también tenemos, al igual que cabrito", cuenta. Esa es su especialidad en Marbella, donde el chivo lechal malagueño está a punto de recibir denominación de origen.
"Trabajamos una temática técnica, por ejemplo, los jugos naturales. Obtener el jugo natural de un producto sin romperlo. Se puede beber un espárrago, por ejemplo", relata a este diario a la vez que saluda a comensales que ya en la medianoche española se le acercan a felicitarlo por la estrella.
Hace un mes Giovanni estuvo en Villa General Belgrano con su familia para evaluar la decisión de sumarse al proyecto gastronómico. "Nos entusiasmó, nos gustó. Es tranquilo y hermoso", dice. En un comienzo se moverá entre Córdoba y Marbella, pero la intención es -después- regresar a la provincia.
El emprendimiento, que se llama Molvento, consiste en montar todo un barrio de 400 lotes y un hotel boutique frente al lago alrededor de una iniciativa gastronómica. Ya lo habían buscado como director antes de la Michelin.
Giovanni está entusiasmado con la idea. No sólo por el concepto del proyecto, sino porque "la familia tira". Mientras tanto, disfruta de su premio y se ríe porque en Marbella -apunta- "a los cocineros nos saludan y nos conocen como si fuéramos cantantes".
Sólo unos pocos restaurantes cuentan con Estrellas Michelin; cuando la consiguen es una fiesta. Los inspectores que se encargan de evaluarlos se manejan en el anonimato. El máximo de estrellas son tres (cocina excepcional). Dos implica calidad de primera clase en su tipo y una estrella, un restaurante muy bueno en su categoría.

Un chef nacido en Córdoba, y con proyectos en su zona natal, es la tercera estrella Michelin de Argentina. El premio lo lleva directo a Mauricio Giovanni a formar parte de la elite mundial de la gastronomía, donde ya hay dos platenses galardonados, ambos instalados en Europa.
Desde Marbella, donde está radicado hace 15 años y donde tiene su restaurante Messina, adelantó que está dispuesto a regresar a Córdoba para dirigir un proyecto de "pueblo gastronómico" en el valle de Calamuchita.
Padre de dos hijos y con una tercera en camino, Giovanni todavía está sorprendido de las nuevas posibilidades que ya le abrió la estrella Michelín: "La mía es la quinta de la ciudad y eso trae aparejado oportunidades no sólo en lo personal, sino para la ciudad que está hablando de un slogan 'Marbella cinco estrellas'. Incluso ya nos han invitado a la Feria de Turismo de Madrid, muy importante a nivel mundial", afirmó en declaraciones al diario La Nacion.
Messina está a treinta metros del mar, así que el menú de Giovanni incluye mucho pescado. "A pesar de ser argentino no soy fanático de la carne, aunque también tenemos, al igual que cabrito", cuenta. Esa es su especialidad en Marbella, donde el chivo lechal malagueño está a punto de recibir denominación de origen.
"Trabajamos una temática técnica, por ejemplo, los jugos naturales. Obtener el jugo natural de un producto sin romperlo. Se puede beber un espárrago, por ejemplo", relata a este diario a la vez que saluda a comensales que ya en la medianoche española se le acercan a felicitarlo por la estrella.
Hace un mes Giovanni estuvo en Villa General Belgrano con su familia para evaluar la decisión de sumarse al proyecto gastronómico. "Nos entusiasmó, nos gustó. Es tranquilo y hermoso", dice. En un comienzo se moverá entre Córdoba y Marbella, pero la intención es -después- regresar a la provincia.
El emprendimiento, que se llama Molvento, consiste en montar todo un barrio de 400 lotes y un hotel boutique frente al lago alrededor de una iniciativa gastronómica. Ya lo habían buscado como director antes de la Michelin.
Giovanni está entusiasmado con la idea. No sólo por el concepto del proyecto, sino porque "la familia tira". Mientras tanto, disfruta de su premio y se ríe porque en Marbella -apunta- "a los cocineros nos saludan y nos conocen como si fuéramos cantantes".
Sólo unos pocos restaurantes cuentan con Estrellas Michelin; cuando la consiguen es una fiesta. Los inspectores que se encargan de evaluarlos se manejan en el anonimato. El máximo de estrellas son tres (cocina excepcional). Dos implica calidad de primera clase en su tipo y una estrella, un restaurante muy bueno en su categoría.
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