El Sumo Pontífice, durante una misa pronunciada en el estado de Chiapas, resaltó el "anhelo de vivir en libertad" de esos pueblos "incomprendidos". También se refirió a la devastación del planeta.

El papa Francisco brindó este lunes una misa para las comunidades indígenas en Chiapas, el estado más pobre de México, ubicado en el sur del país, donde pidió perdón por la exclusión que ha sufrido esa población.
"Muchas veces, de modo sistemático y estructural, sus pueblos (indígenas) han sido incomprendidos y excluidos de la sociedad. Algunos han considerado inferiores sus valores, su cultura y sus tradiciones (...)", pronunció el Sumo Pontífice en su tercera jornada en suelo mexicano.
"Qué bien nos haría a todos hacer un examen de conciencia y aprender a decir: ¡Perdón!", agregó.
Haciendo referencia a la Biblia y al libro indígena Popol Vuh, Francisco señaló que "hay un anhelo de vivir en libertad, hay un anhelo que tiene sabor a tierra prometida donde la opresión, el maltrato y la degradación no sean la moneda corriente".
"De muchas maneras y de muchas formas, se ha querido silenciar y callar ese anhelo; de muchas maneras han intentado anestesiarnos el alma; de muchas formas han pretendido aletargar y adormecer la vida de nuestros niños y jóvenes con la insinuación de que nada puede cambiar o de que son sueños imposibles", sostuvo el Papa en la homilía ante más de cien mil fieles.
Muchos de ellos llegaron de distintas regiones del montañoso estado y de otras entidades e incluso de la vecina Guatemala, vistiendo coloridos trajes típicos.
La misa se celebró, por momentos, en lenguas indígenas en un centro deportivo donde fue colocada una representación de la colorida catedral de la ciudad detrás del altar.

El papa Francisco brindó este lunes una misa para las comunidades indígenas en Chiapas, el estado más pobre de México, ubicado en el sur del país, donde pidió perdón por la exclusión que ha sufrido esa población.
"Muchas veces, de modo sistemático y estructural, sus pueblos (indígenas) han sido incomprendidos y excluidos de la sociedad. Algunos han considerado inferiores sus valores, su cultura y sus tradiciones (...)", pronunció el Sumo Pontífice en su tercera jornada en suelo mexicano.
"Qué bien nos haría a todos hacer un examen de conciencia y aprender a decir: ¡Perdón!", agregó.
Haciendo referencia a la Biblia y al libro indígena Popol Vuh, Francisco señaló que "hay un anhelo de vivir en libertad, hay un anhelo que tiene sabor a tierra prometida donde la opresión, el maltrato y la degradación no sean la moneda corriente".
"De muchas maneras y de muchas formas, se ha querido silenciar y callar ese anhelo; de muchas maneras han intentado anestesiarnos el alma; de muchas formas han pretendido aletargar y adormecer la vida de nuestros niños y jóvenes con la insinuación de que nada puede cambiar o de que son sueños imposibles", sostuvo el Papa en la homilía ante más de cien mil fieles.
Muchos de ellos llegaron de distintas regiones del montañoso estado y de otras entidades e incluso de la vecina Guatemala, vistiendo coloridos trajes típicos.
La misa se celebró, por momentos, en lenguas indígenas en un centro deportivo donde fue colocada una representación de la colorida catedral de la ciudad detrás del altar.
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