Atentado en Niza: identificaron al conductor del camión

Se trata de Mohamed Lahouaiej Bouhlel, un chofer profesional, franco-tunecino de 31 años. Sus vecinos lo describen solitario y silencioso.



Mohamed Lahouaiej Bouhlel, un conductor profesional franco-tunecino de 31 años, fue identificado como autor del atentado en Niza que mató a al menos 84 personas y dejó decenas de heridos, entre ellos 18 en estado crítico, según informó hoy el diario local Nice Matin.

Bouhlel es el titular del registro de conducir que la Policía encontró en el interior del camión con el que cometió el ataque durante la celebración anoche del Día de la Bastilla. Además del registro de conductor, hallaron en el camión una tarjeta bancaria, un teléfono móvil, armas de fuego falsas y una granada que no funcionaba.

El camión usado en el ataque fue alquilado por el propio Bouhlel el miércoles, poco más de 24 horas antes del ataque, en una localidad limítrofe de Niza, y ahora la Policía inició una búsqueda para encontrar a posibles cómplices.

Fuentes policiales citadas por medios franceses indicaron que el presunto terrorista es hijo de un hombre conocido como extremista islámico en Túnez e inscripto en el partido islámico Ennhadha.

Según otras versiones, el hombre no sería franco-tunecino sino un emigrante tunecino de 31 años, residente en Francia desde 2011, con un permiso de estadía obtenido gracias al matrimonio con una franco-tunecina residente en Niza, con quien tuvo tres hijos.

Bouhlel era oriundo de Msaken, en la gobernación de Susa. El alcalde de la ciudad al parecer hoy fue a la casa de la familia pero no halló a nadie.

Estaba registrado como delincuente común, pero hasta ahora no se tenía constancia de que se hubiera radicalizado en una red fundamentalista. Los testimonios de sus vecinos difundidos por la prensa dibujan a un hombre con antecedentes policiales por actos de violencia -y específicamente de violencia doméstica-, robo y otros delitos menores, aunque no estaba en el radar de los servicios antiterroristas

Lahouaiej Bouhlel no tenía la apariencia de una persona religiosa y a menudo se lo veía con pantalones cortos, cuenta Sébastien, un vecino del edificio de cuatro pisos en el que hoy se realizó el allanamiento.

Una familia numerosa, que vive también en el mismo edificio, dijo que el joven nunca les devolvía el saludo. En la planta baja, Anan dijo que no confiaba de él porque "miraba con demasiada insistencia a sus dos hijas".

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