Según la TV francesa, Mohamed Lahouaiej Bouhlel, fingió ser un proveedor de helados. Se lo dejó estacionar durante nueve horas en la costanera y nunca se le revisó el camión.

Mohamed Lahouaiej Bouhlel, el atacante de Niza, burló a los servicios de seguridad de la Promenade des Anglais (Paseo de los Ingleses) fingiéndose un proveedor de helados, según informó el canal televisivo M6.
"Debo entregar helados", habría dicho a los controles de seguridad, que lo dejaron pasar. Bouhlel entró despacio y luego aceleró. Antes había estado estacionado en la costanera durante nueve horas. La policía se lo permitió, y nunca le revisó el camión, donde llevaba armas falsas y una granada.
Bouhlel, un franco tunecino de 31 años, y chofer profesional que trabajaba como repartidor y con residencia en Niza, había alquilado hacía dos días el camión con el que atropelló a decenas de personas en el célebre Paseo de los Ingleses en la costanera, matando a 84 personas.
La policía lo identificó como un delincuente de poca monta, con problemas familiares a la espalda y aparentemente no muy piadoso. No había indicios hasta ahora de que estuviera radicalizado. Varias personas cercanas a su círculo íntimo fueron arrestadas para su interrogación.
El retrato del presunto autor presenta grandes semejanzas con los terroristas que han causado el reguero de atentados en Francia en el último año y medio, desde la matanza en la sede de la revista satírica "Charlie Hebdo", en enero de 2015.
Los testimonios de sus vecinos difundidos por la prensa gala dibujan a un hombre con antecedentes policiales por actos de violencia -y específicamente de violencia doméstica-, robo y otros delitos menores, aunque no estaba en el radar de los servicios antiterroristas.
Hace solo quince días fue colocado bajo control judicial, según el canal informativo "BFM TV", por haberse quedado dormido al volante.
El terrorista se hallaba en trámites de divorcio y tenía problemas con su familia en Túnez, supuestamente originaria de Susa, donde hace un año murieron 38 turistas en un atentado en las playas de dos hoteles.
Bouhlel comenzó el ayuno pertinente durante el mes de Ramadán, pero ni siquiera llegó a concluirlo, de acuerdo con esos testigos, que aseguran que le gustaba la salsa y frecuentar a mujeres en locales nocturnos.
También señalan que tenía permiso de conducir vehículos pesados desde hacía pocas semanas y que sufría dificultades financieras.

Mohamed Lahouaiej Bouhlel, el atacante de Niza, burló a los servicios de seguridad de la Promenade des Anglais (Paseo de los Ingleses) fingiéndose un proveedor de helados, según informó el canal televisivo M6.
"Debo entregar helados", habría dicho a los controles de seguridad, que lo dejaron pasar. Bouhlel entró despacio y luego aceleró. Antes había estado estacionado en la costanera durante nueve horas. La policía se lo permitió, y nunca le revisó el camión, donde llevaba armas falsas y una granada.
Bouhlel, un franco tunecino de 31 años, y chofer profesional que trabajaba como repartidor y con residencia en Niza, había alquilado hacía dos días el camión con el que atropelló a decenas de personas en el célebre Paseo de los Ingleses en la costanera, matando a 84 personas.
La policía lo identificó como un delincuente de poca monta, con problemas familiares a la espalda y aparentemente no muy piadoso. No había indicios hasta ahora de que estuviera radicalizado. Varias personas cercanas a su círculo íntimo fueron arrestadas para su interrogación.
El retrato del presunto autor presenta grandes semejanzas con los terroristas que han causado el reguero de atentados en Francia en el último año y medio, desde la matanza en la sede de la revista satírica "Charlie Hebdo", en enero de 2015.
Los testimonios de sus vecinos difundidos por la prensa gala dibujan a un hombre con antecedentes policiales por actos de violencia -y específicamente de violencia doméstica-, robo y otros delitos menores, aunque no estaba en el radar de los servicios antiterroristas.
Hace solo quince días fue colocado bajo control judicial, según el canal informativo "BFM TV", por haberse quedado dormido al volante.
El terrorista se hallaba en trámites de divorcio y tenía problemas con su familia en Túnez, supuestamente originaria de Susa, donde hace un año murieron 38 turistas en un atentado en las playas de dos hoteles.
Bouhlel comenzó el ayuno pertinente durante el mes de Ramadán, pero ni siquiera llegó a concluirlo, de acuerdo con esos testigos, que aseguran que le gustaba la salsa y frecuentar a mujeres en locales nocturnos.
También señalan que tenía permiso de conducir vehículos pesados desde hacía pocas semanas y que sufría dificultades financieras.
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