En otra jornada agobiante en todo el país, la demanda eléctrica se acercó al récord. Hay alerta amarilla por los riesgos para la salud.

Algo hubo que hacer para conseguir alivio. Al llegar la primera ola de calor del año, unos intentaron refrescarse en el mar, en el río, en una pileta o abriendo la manguera. Otros, puertas adentro, resistieron poniendo al máximo los ventiladores y los aires acondicionados, y eso trajo de regreso un clásico de los últimos veranos: los cortes de luz.
Con la emergencia eléctrica decretada por el Gobierno todavía en plena vigencia, el viernes la temperatura llegó a 31 grados en Capital, con una térmica de 32,5°. La marca no fue extrema, y sin embargo casi 100.000 hogares se quedaron sin luz la Ciudad y el Gran Buenos Aires.
Según datos del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), 56.136 usuarios de Edenor soportaron la primera jornada de la ola de calor a oscuras, y unos 41.293 de Edesur.
A lo largo del sábado los problemas continuaron. Con temperaturas que llegaron a 33,1° y una sensación térmica que alcanzó los 35,9°, llegó a haber por la tarde más de 31.100 hogares afectados en forma simultánea. La pesadilla es conocida: primero se corta luz y poco después el agua, cuando los tanques se vacían.

Algo hubo que hacer para conseguir alivio. Al llegar la primera ola de calor del año, unos intentaron refrescarse en el mar, en el río, en una pileta o abriendo la manguera. Otros, puertas adentro, resistieron poniendo al máximo los ventiladores y los aires acondicionados, y eso trajo de regreso un clásico de los últimos veranos: los cortes de luz.
Con la emergencia eléctrica decretada por el Gobierno todavía en plena vigencia, el viernes la temperatura llegó a 31 grados en Capital, con una térmica de 32,5°. La marca no fue extrema, y sin embargo casi 100.000 hogares se quedaron sin luz la Ciudad y el Gran Buenos Aires.
Según datos del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), 56.136 usuarios de Edenor soportaron la primera jornada de la ola de calor a oscuras, y unos 41.293 de Edesur.
A lo largo del sábado los problemas continuaron. Con temperaturas que llegaron a 33,1° y una sensación térmica que alcanzó los 35,9°, llegó a haber por la tarde más de 31.100 hogares afectados en forma simultánea. La pesadilla es conocida: primero se corta luz y poco después el agua, cuando los tanques se vacían.
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