A una la buscaban desde marzo y apareció enterrada en el campo de su hijo, que está detenido. La otra llamó llorando a la familia el jueves y ayer la encontraron descuartizada en una obra.
Los cadáveres de dos mujeres fueron encontrados hoy en la provincia de Córdoba, y uno de los cuerpos estaba descuartizado en un contenedor de escombros, en la ciudad de Villa María, mientras que el otro fue hallado en un descampado entre las localidades de Barranca Yaco y Sarmiento, a unos 60 kilómetros de la capital provincial.
Uno de los cuerpos fue encontrado poco antes de las 8:00 de este viernes por obreros de una obra en construcción en la calle La Rioja al 1700, en el barrio Ameghino de la localidad de Villa María.
Según el testimonio de uno de los obreros que encontró el cuerpo de la mujer, el cadáver había sido mutilado y al respecto mencionó: "Estaba toda cortada. Fue horrible ver eso".
La fiscal de Instrucción de Primer Turno, Silvia Maldonado, a cargo del caso, se hizo presente en el lugar y manifestó: "Lo único que se puede decir efectivamente es el hallazgo de un cuerpo, una persona de sexo femenino".
"Estamos trabajando en el lugar, se sigue recabando datos. Eso es todo lo que puedo decir", señaló en declaraciones a la prensa.
Este jueves por la noche, un joven denunció la desaparición de su madre, de nombre Olga Ines Moyano, de 46 años y dijo que la última vez que se había comunicado con ella fue a las 17:00 del mismo día.
Por el momento, los investigadores no informaron si se trata de la misma persona cuyo cuerpo fue hallado descuartizado en el contenedor.
El otro cadáver también fue encontrado este viernes, pero en una zona rural entre las localidades de Barranca Yaco y Sarmiento.
Por la tarde se confirmó que el cuerpo, que fue hallado en avanzado estado de descomposición, pertenece a María Eugenia Cadamuro, una mujer que fue vista por última vez el 15 de marzo pasado en la localidad cordobesa de Jesús María, y que murió por un disparo de escopeta en la cabeza.
Según informaron fuentes de la investigación a la prensa local, el cuerpo fue identificado por la ropa que llevaba puesta la mujer al desaparecer y por un tatuaje.
La causa es investigada por el fiscal Rubén Almeida, quien comenzó a investigar la desaparición de Cadamuro, y en la que Jeremías Sanz, el hijo de la mujer, de 21 años, está detenido.
Los cadáveres de dos mujeres fueron encontrados hoy en la provincia de Córdoba, y uno de los cuerpos estaba descuartizado en un contenedor de escombros, en la ciudad de Villa María, mientras que el otro fue hallado en un descampado entre las localidades de Barranca Yaco y Sarmiento, a unos 60 kilómetros de la capital provincial.
Uno de los cuerpos fue encontrado poco antes de las 8:00 de este viernes por obreros de una obra en construcción en la calle La Rioja al 1700, en el barrio Ameghino de la localidad de Villa María.
Según el testimonio de uno de los obreros que encontró el cuerpo de la mujer, el cadáver había sido mutilado y al respecto mencionó: "Estaba toda cortada. Fue horrible ver eso".
La fiscal de Instrucción de Primer Turno, Silvia Maldonado, a cargo del caso, se hizo presente en el lugar y manifestó: "Lo único que se puede decir efectivamente es el hallazgo de un cuerpo, una persona de sexo femenino".
"Estamos trabajando en el lugar, se sigue recabando datos. Eso es todo lo que puedo decir", señaló en declaraciones a la prensa.
Este jueves por la noche, un joven denunció la desaparición de su madre, de nombre Olga Ines Moyano, de 46 años y dijo que la última vez que se había comunicado con ella fue a las 17:00 del mismo día.
Por el momento, los investigadores no informaron si se trata de la misma persona cuyo cuerpo fue hallado descuartizado en el contenedor.
El otro cadáver también fue encontrado este viernes, pero en una zona rural entre las localidades de Barranca Yaco y Sarmiento.
Por la tarde se confirmó que el cuerpo, que fue hallado en avanzado estado de descomposición, pertenece a María Eugenia Cadamuro, una mujer que fue vista por última vez el 15 de marzo pasado en la localidad cordobesa de Jesús María, y que murió por un disparo de escopeta en la cabeza.
Según informaron fuentes de la investigación a la prensa local, el cuerpo fue identificado por la ropa que llevaba puesta la mujer al desaparecer y por un tatuaje.
La causa es investigada por el fiscal Rubén Almeida, quien comenzó a investigar la desaparición de Cadamuro, y en la que Jeremías Sanz, el hijo de la mujer, de 21 años, está detenido.
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