Negociaciones de paz sobre Yemen para diciembre

Washington anunció la organización de negociaciones de paz sobre Yemen a principios de diciembre en Suecia, mientras que el emisario especial de la ONU viajó a Saná en medio de los combates que continúan por el control del puerto estratégico de Hodeida.

El gobierno yemení, respaldado por una coalición militar liderada por Arabia Saudita, y los rebeldes hutíes, apoyados por Irán, se reunirán “a principios de diciembre” en Suecia, anunció el secretario de Defensa de Estados Unidos, Jim Mattis.

Mattis dijo que Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, que han apoyado al presidente Abd Rabbo Mansur Hadi durante tres años de una guerra brutal, “están totalmente de acuerdo”.

El anuncio se hizo poco después de la llegada a Saná, controlada por los rebeldes, del emisario de la ONU, Martin Griffiths.

Yemen está prácticamente divido en dos: las fuerzas progubernamentales controlan el sur y una buena parte del centro y los rebeldes Saná, el norte y amplias zonas del oeste, incluido el puerto de Hodeida. Para favorecer los esfuerzos de paz, los rebeldes hutíes dijeron estar dispuestos a un cese de las hostilidades si la coalición liderada por Riad cesa sus ataques. El gobierno de Abd Rabo Mansur Hadi ya anunció su participación en las consultas de paz.

Crisis humanitaria

Entretanto, en Hodeida, crucial para el suministro de la ayuda humanitaria, se están produciendo combates entre los rebeldes hutíes, que controlan la ciudad y su puerto, y las fuerzas progubernamentales.

Tras jornadas de relativa calma, esta semana estallaron violentos enfrentamientos en los barrios del sur y el este de la ciudad, según un corresponsal de la AFP y varios habitantes.

El centro de reflexión International Crisis Group (ICG), con sede en Bruselas, estimó en un estudio publicado el miércoles que la comunidad internacional se encuentra ante un “grave” dilema en Hodeida. “La elección es difícil pero simple: impedir una batalla destructora para Hodeida o asumir una parte de la responsabilidad, por inacción, en una hambruna masiva” en Yemen, afirman los autores en el informe.

Estos expertos ponen en relieve la determinación de los rebeldes para mantener el control de la ciudad, adonde enviaron las temidas tropas “Kataeb al-Mawt” (los batallones de la muerte), y la debilidad de las fuerzas progubernamentales.

“Para los hutíes, perder este puerto sería un importante revés, pero podrían sobrevivir, al menos por el momento”, estima el International Crisis Group. Pero “para la población, ya al borde de la hambruna, esto supondría algo peor, ya que nuevas perturbaciones en el suministro de productos de base podrían ser catastróficas”, añadió.

En un estudio publicado el miércoles, la oenegé Save The Children estimó en unos 85.000 los niños muertos por hambre o enfermedades desde la intensificación de la guerra en Yemen en 2015.

“Estamos horrorizados con el hecho de que unos 85.000 niños hayan muerto de hambre. Por cada niño muerto por bombas o disparos, docenas mueren de hambre y esto se puede evitar”, lamentó en el comunicado de Save The Children, Tamer Kirolos, su director para Yemen.

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