El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, pidió hoy una ley que reduzca las limitaciones legales para que la policía pueda actuar contra el delito en el marco de una nueva ola de mano dura contra la criminalidad con su llegada al gobierno.
“Sin las garantías necesarias para que los agentes de seguridad pública actúen a favor del ciudadano de bien, la disminución de los delitos no ocurrirán a la velocidad que el brasileño exige”, dijo Bolsonaro en su cuenta de Twitter. En ese sentido, exigió que “los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial tienen que asumir este compromiso en forma urgente”.
Bolsonaro prepara un decreto, por idea del ex juez Sérgio Moro, ministro de Justicia y Seguridad, para liberar la posesión de armas de fuego para civiles sin antecedentes criminales.
La declaración del presidente se produjo en medio de una ola de violencia en Ceará, estado del nordeste que es el bastión de Ciro Gomes, el laborista que salió tercero en la elección presidencial. Aparentemente, grupos del crimen organizado en Fortaleza y sus alrededores han lanzado ataques contra sedes municipales y automóviles en repudio a mayores controles entre los capos del delito encarcelados anunciado por el gobrernador Camilo Santana, del opositor Partido de los Trabajadopres (PT).
Ayer el gobernador de Rio de Janeiro, Wilson Witzel, un aliado de Bolsonaro, dijo que en su estado existe el “narcoterrorismo”, para lo cual es necesario un “Guantánamo”, en referencia a la base americana en Cuba que sirvió de prisión para acusados de terrorismo.
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