La ciudad china de Shenzhen ha prohibido comer animales silvestres con el fin de impedir futuras epidemias como la actual pandemia de COVID-19.
El origen del virus, detectado por primera vez en diciembre en la ciudad de Wuhan , en el centro de China, fue rastreado hasta un mercado de alimentos local donde se vendían animales silvestres tales como pangolines y civetas . Sin embargo, la costumbre de consumir este tipo de animales parece estar a punto de terminarse a causa del coronavirus.
El consumo de animales silvestres es considerado incluso más popular en el sur, donde se encuentra Shenzhen . Esta ciudad despertó preocupación en relación con el consumo de animales salvajes porque se cree que personas que comieron animales silvestres o trabajaron con ellos en zonas alrededor de Shenzhen fueron los primeros en propagar el síndrome respiratorio agudo grave (SARS por sus siglas en inglés) en 2002-2003 después de contagiarse con murciélagos infectados.
Por eso, allí se emitió una regulación que prohíbe el comercio y consumo de animales silvestres , una medida que excede la prohibición temporal emitida por el gobierno central al inicio de la actual pandemia de coronavirus.
Además de víboras, lagartos y otros animales silvestres, también se prohíbe por motivos humanitarios el consumo de carne de perro y gato , que por mucho tiempo convirtió en una especialidad local.
La norma contempla multas mínimas de 150.000 yuanes (21.400 dólares) y suben considerablemente según el valor de los animales decomisados para todos aquellos que incumplan la prohibición.
Igualmente, la regulación autoriza que continúe la cría de animales silvestres con fines medicinales , algo que despertó fuertes críticas por considerarlo "una actividad cruel e insalubre", aunque se prohíbe el uso de esas especies como alimento.
El origen del virus, detectado por primera vez en diciembre en la ciudad de Wuhan , en el centro de China, fue rastreado hasta un mercado de alimentos local donde se vendían animales silvestres tales como pangolines y civetas . Sin embargo, la costumbre de consumir este tipo de animales parece estar a punto de terminarse a causa del coronavirus.
El consumo de animales silvestres es considerado incluso más popular en el sur, donde se encuentra Shenzhen . Esta ciudad despertó preocupación en relación con el consumo de animales salvajes porque se cree que personas que comieron animales silvestres o trabajaron con ellos en zonas alrededor de Shenzhen fueron los primeros en propagar el síndrome respiratorio agudo grave (SARS por sus siglas en inglés) en 2002-2003 después de contagiarse con murciélagos infectados.
Por eso, allí se emitió una regulación que prohíbe el comercio y consumo de animales silvestres , una medida que excede la prohibición temporal emitida por el gobierno central al inicio de la actual pandemia de coronavirus.
Además de víboras, lagartos y otros animales silvestres, también se prohíbe por motivos humanitarios el consumo de carne de perro y gato , que por mucho tiempo convirtió en una especialidad local.
La norma contempla multas mínimas de 150.000 yuanes (21.400 dólares) y suben considerablemente según el valor de los animales decomisados para todos aquellos que incumplan la prohibición.
Igualmente, la regulación autoriza que continúe la cría de animales silvestres con fines medicinales , algo que despertó fuertes críticas por considerarlo "una actividad cruel e insalubre", aunque se prohíbe el uso de esas especies como alimento.
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