"Hicimos lo imposible, posible", celebró el ministro de Economía, Sergio Massa, este martes, luego de que se iniciara el llenado del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK), proceso que llevará alrededor de 15 días hasta concluir el 9 de julio. Con estimaciones iniciales que proyectaban su finalización para fines de 2023, el gasoducto será puesto en funcionamiento tras solo 10 meses de trabajo. Se trata de una obra que "cambia la historia de la matriz energética y productiva argentina" y permitirá al Gobierno el ahorro de USD4.000 millones al año, en un contexto de gran escasez de reservas. Solo en 2022, las importaciones de combustibles sumaron alrededor de USD 5.800 millones, producto del encarecimiento de los precios internacionales.
Dijeron que era una obra de 24 meses. Y era imposible hacerla en 8.
Esta obra estaba planificada en el 2015. Se paró años por falta de visión estratégica y por falta de coraje.
Hicimos lo imposible posible.
Gracias a @FlaviaRoyon y al equipo de @Energia_Ar
Gracias a Agustín… pic.twitter.com/tDO2Mik2mR — Sergio Massa (@SergioMassa)
June 20, 2023
Estimaciones de la secretaria de Energía, Flavia Royón, apuntaron a que, durante los próximos 18 meses, el GPNK permitirá ahorrar en torno a USD5.700 millones en importaciones energéticas, sumando USD1.700 M en lo que queda de 2023 y USD4.000 M en 2024, además de ser el puntapié inicial para desarrollar una nueva logística del gas a nivel nacional. "Dijeron que era una obra de 24 meses. Y era imposible hacerla en 8. Esta obra estaba planificada en el 2015. Se paró años por falta de visión estratégica y por falta de coraje", tuiteó el titular del Palacio de Hacienda.
Para Royón, se trata de "la obra de ingeniería más importante de los últimos tiempos y un hito de la gestión Massa", afirmando que el dirigente del Frente Renovador "puso como prioridad la red de gasoductos". Sostuvo que el impacto de la obra será "increíble", debido a que la Argentina ya "no va a necesitar importaciones de envergadura" en materia de gas. Para la funcionaria, "entre lo que se ahorra de importaciones y subsidios, al poder acceder a un gas más económico, el costo se recupera en dos años".
De todas maneras, aclaró que a partir de la puesta en marcha del gasoducto "se va a poder comprar GNL (a través de barcos) para algunos picos de invierno, compras puntuales, pero no se va a necesitar de bloques de barcos importantes", como sucedió durante el año pasado, cuando un 16% del gas consumido en el país llegó licuado en barcos para su posterior regasificación en Escobar y Bahía Blanca.
Dicha situación podrá revertirse en los próximos años. En septiembre, YPF y su contraparte de Malasia, Petronas, firmaron un acuerdo para construir una planta de GNL y un oleoducto para transportar el combustible extraído en Neuquén. Eso abrirá la posibilidad de que Argentina se vuelva un actor de peso en el sector energético debido a su alta competitividad, en un contexto global marcado por la guerra en Ucrania y la tensión en Oriente Medio, dos zonas con la mayoría de los proveedores de energía a nivel mundial, y responsables de la fluctuación de los precios.
Para que su capacidad operativa este completa, al GPNK le resta la construcción de una segunda etapa desde Salliqueló hasta la santafesina San Jerónimo, para que esté en funcionamiento en el próximo invierno.
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