Bonos y acciones volvieron a caer en medio de la creciente incertidumbre política

Los activos argentinos cerraron este miércoles en baja y fue su sexta rueda descendente. La corrección se configuró como una toma de ganancias extendida sobre bonos y acciones en un contexto externo menos favorable para el conjunto de los mercados emergentes y un panorama interno de incertidumbre que invita a la cautela de los inversores. El Merval en dólares retrocedió 2,6% con acciones que llegaron a perder más del 4% en la jornada y los bonos fueron castigados con bajas de hasta el 2,3%, lo que deshizo todo el avance anotado tras la devaluación. En una jornada en la que las principales bolsas del mundo también cotizaron a la baja, los ADRs argentinos que cotizan en Wall Street anotaron caídas en torno al 2%, con el extremo de la cementera Loma Negra que cayó 4,3% y, a excepción de Despegar que avanzó 0,3%, todas las demás cerraron en rojo. Esto se tradujo en una caída del 2,4% en el Merval en pesos. En el panel líder, Ternium tuvo la peor performace del día con un retroceso del 4,1%, mientras que  solo Aluar, Transener y el Banco Supervielle terminaron en terreno positivo con avances del 1,5%,0,3% y 0,2% respectivamente. Por el frente externo, la posibilidad de una nueva suba de tasas de interés en los Estados Unidos favoreció a los Treasuries y debilitó a las monedas latinoamericanas. Como explicó el analista de mercados internacionales Francisco Uriburu: “Hubo un rebote en el índice de precios al consumidor y la decisión saudí de recortar la oferta global de petróleo hizo subir su precio y es posible que la Fed suba la tasa para evitar que este aumento puntual se traslade a la inflación. En dos semanas va a ser la reunión de la Fed”. “Esta es una corrección técnica que se explica la combinación de varios factores. A juicio de los inversores institucionales, los valores argentinos llegaron a su nivel de madurez, dijeron ‘más de esto no pago’ y prefirieron salir para pasarse a otros mercados con más espacio para ganar, al fin y al cabo, el rally alcista les permitió ganar más de 40% en dólares hasta junio”, detalló Uriburu.   En el frente local, para el analista consultado, también se sumó para los inversores locales el ruido político que no ayuda a definir un horizonte de mediano plazo: “Muchos que se sumaron al rally, prefirieron tomar ganancias por la proximidad de las elecciones. Además, en las últimas semanas mucha gente había apostado a los FCI y en los últimos días mermó el flujo, lo que pudo debilitar la demanda”. En el segmento de renta fija, el riesgo país que hace una semana buscaba cruzar el piso de los 2.000 puntos básicos se mantuvo en 2.178 puntos con los bonos Globales extendiendo las pérdidas hasta un 2,3% como en el caso de los bonos más largos GD35 y GD46. El GD30, que se usa para comprar dólares bursátiles tuvo una caída solo una décima menor en su quinta rueda bajista. En otras palabras, una vez más como a principio de año, los bonos mostraron una persistente dificultad para sostenerse en la zona de los USD35 y quedaron con una cotización ponderada de USD31. En esta línea, los Bonares siguieron una performance similar: el AL35D perdió 1,6% y el AL35D cayó 0,6% en su sexto retroceso al hilo hasta quedar en USD32, cuando el martes pasado llegó a los USD35,29. Así y todo, para AdCap esto no es motivo de pesimismo: “En nuestra opinión, la dolarización no desordenada combinada con el consenso sobre el equilibrio fiscal entre los principales candidatos a la Presidencia de la Nación debería poder contener y revertir el overshooting. Con paridades en dólares del 50%, creemos que los bonos soberanos en pesos son el activo más barato y con mayor rentabilidad esperada. Esperamos rentabilidades promedio que oscilen entre el 60% y el 80% hasta abril de 2024”.

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