Allá por el año 1951, una joven con sus amigos estaban guardando huevos en cajas de cartón en Iowa, Estados Unidos, cuando se les ocurrió un chiste: grabar uno de los huevos con un lápiz. "Quien reciba este huevo, por favor escríbame", anotaron. 72 años después, respondieron el mensaje.
Mary Foss Starn, de entonces 19 años, firmó cuidadosamente varios huevos, el 2 de abril de 1951. Ella sabía que la compañía de productos agrícolas Forest City los trasladaba a la ciudad de Nueva York, y esperaba que algún neoyorquino recibiera su nota.
"Nunca había estado en la ciudad de Nueva York, todavía no lo hice, así que firmé cuatro o cinco huevos y se fueron en el camión a quién sabe dónde", dijo Starn, que ahora tiene 92 años. Luego de meses sin respuesta, asumió que ya para entonces los huevos estaban fritos, pero no fue así.
Se contactaron por Facebook
Gracias a las redes sociales, una publicación llegó en manos de la hija de Starn con la noticia de que el mensaje del huevo había sido recibido, por fin. "Esto es algo que no se ve todos los días: un huevo, de 1951 (el huevo sigue adentro, petrificado). Me lo dio un amigo, hace 20 años. Lo había encontrado en Nueva York", contó un hombre llamado John Amalfitano en un posteo de Facebook, seguido del mensaje que grabó Starn.
Un familiar le reenvió la publicación a la hija porque le había llamado la atención que mencionaba a su mamá, y ella, quien había escuchado la historia del huevo toda su vida de pequeña, supo de inmediato que definitivamente se trataba de su huevo. "¡Mamá! ¿Te acordás de los huevos que firmaste?", le preguntó a Starn, quien al principio no podía creer que lo habían encontrado. Ella ahora vive en Mason City.
"Me pregunto si seguirá viva. Intenté localizarla, pero no lo logré. Guardé el huevo en un lugar seguro y bonito", continúa diciendo la publicación. Amalfitano es de Nueva Jersey y había recibido el huevo de su amigo Miller Richardson dos décadas atrás, mientras vivía en Staten Island.
John Amalfitano con el huevo grabado de Mary Foss Starn. Foto: The Washington Post
Richardson era un artista y coleccionista de antigüedades que, cuando encontró el huevo en 1951, lo guardó en una huevera de plata. "Un día fui a la casa de Miller para ayudarlo a buscar algo y estábamos revisando cajas cuando encontré el huevo", contó Amalfitano. "Dijo que lo había conservado por el escrito que tenía, no podía entender por qué el huevo no se pudrió", agregó.
Además, contó que Miller le había dicho que fue hasta Iowa para buscar a Mary Foss, pero no pudo encontrarla.
La huevera de plata en la que Richardson había guardado el huevo. Foto: The Washington Post
La reacción de Mary Foss Starn
EL 17 de agosto, Amalfitano se puso en contacto con la familia de Starn y consiguió hablar con ella. "No puedo creer que esté escuchando tu voz", le dijo. Para él, cerrar el círculo fue extremadamente satisfactorio.
Amalfitano dijo que espera reunirse con Starn pronto, tal vez en Iowa, para arreglar si puede encontrar un museo o una sociedad histórica que esté interesada en contar la historia de Starn y exhibir el huevo.
"Estoy feliz de tener un nuevo amigo. Finalmente, tengo a mi amigo por correspondencia, y solo me costó 72 años", dijo Mary Foss Starn.
Mary Foss Starn en la actualidad, con un plato de huevos frescos. Foto: The Washignton Post
Publicar un comentario