En las últimas horas, se sumó a la trágica lista un oficial inspector de la Federal, al que mataron a tiros al resistirse al robo de su auto; en casi dos meses murieron 11 efectivos en el país
En lo que va de este año siete uniformados -seis de ellos policías y un gendarme- fueron asesinados en el conurbano bonaerense víctimas de distintos hechos delictivos. El último efectivo fue asesinado en la madrugada de ayer, en Lanús, luego de recibir un disparo en la cabeza de parte de delincuentes que le robaron el vehículo.
"¡Me lo mataron, me lo mataron!", gritaba Pamela anteayer a la noche mientras su novio, el oficial inspector de la Policía Federal Ezequiel Alifraco, de 32 años, yacía en la acera, desangrándose. La joven pareja había sido interceptada por ladrones cuando circulaban en su Peugeot 308 azul en la localidad de Villa Diamante, en el partido de Lanús. La víctima se identificó como policía y lo ejecutaron delante de la mujer y su bebe. Los ladrones huyeron con el auto robado a la familia y dejaron atrás al undécimo uniformado asesinado en este año en todo el país.
El homicidio sucedió a pocos metros de la casa de los suegros de Alifraco, que se desempeñaba en Operaciones Metropolitanas de Drogas Peligrosas de la Policía Federal. "Estamos destrozados. Nuestra hija no sabe cómo hará para vivir sin Ezequiel y el bebe ya no tiene a su papá", dijeron al Diario La Nacion, sumidos en el llanto, Teresa y Hugo Actis, los padres de la mujer del policía, Pamela, de 26 años. "Todos hablan de la inseguridad, pero nadie hace nada", se lamentaron.
Alrededor de las 21 de anteayer, Alifraco y Actis transitaban en su Peugeot 308 por la calle Coronel Sayos al 3400, en Villa Diamante, con su bebe de seis meses, de nombre Dion. Iban a la casa de los padres de ella para buscar al hijo de seis años de la mujer y salir a cenar. Cuando faltaban pocos metros para llegar, en el cruce con la calle Yatay, un auto se les cruzó y los obligó a detenerse. Bajaron tres delincuentes armados.
Pamela relató a sus padres que el oficial, a sabiendas de lo que estaba ocurriendo, le dijo que se quedara tranquila con el bebe, "que él iba a entregar el auto". Al policía lo obligaron a bajar del Peugeot y lo tomaron del cuello con intenciones de robarle el rodado.
Si bien el oficial vestía un jogging, ya que se había tomado una semana de vacaciones para disfrutar de su familia, portaba su arma reglamentaria. Alifraco se identificó como policía, uno de los delincuentes no le dio tiempo a nada y le disparó a la cabeza, narraron los suegros de la víctima.
Cuando su pareja se dio cuenta de lo que había sucedido, uno de los ladrones ya estaba dentro del Peugeot. "Le rogó que la dejara bajar porque estaba con su bebe y le dijo que sí. Pero el tipo arrancó el auto y Pamela se tuvo que tirar del rodado con el nene", prosiguió Teresa Actis, consternada. En medio de una cerrada noche, la muchacha pidió a gritos ayuda a los vecinos.
Con la asistencia de un patrullero que se acercó al lugar, los allegados del efectivo cubrieron la cabeza de la víctima con una manta del bebe y lo trasladaron primero a una salita de la zona y luego a un centro de salud de Lanús. Más tarde, el policía fue derivado en un helicóptero sanitario al Complejo Médico Policial Churruca-Visca, en el barrio de Parque Patricios. Allí fue operado en dos ocasiones, pero horas después falleció debido a la gravedad de la lesión .
En lo que va de este año siete uniformados -seis de ellos policías y un gendarme- fueron asesinados en el conurbano bonaerense víctimas de distintos hechos delictivos. El último efectivo fue asesinado en la madrugada de ayer, en Lanús, luego de recibir un disparo en la cabeza de parte de delincuentes que le robaron el vehículo.
"¡Me lo mataron, me lo mataron!", gritaba Pamela anteayer a la noche mientras su novio, el oficial inspector de la Policía Federal Ezequiel Alifraco, de 32 años, yacía en la acera, desangrándose. La joven pareja había sido interceptada por ladrones cuando circulaban en su Peugeot 308 azul en la localidad de Villa Diamante, en el partido de Lanús. La víctima se identificó como policía y lo ejecutaron delante de la mujer y su bebe. Los ladrones huyeron con el auto robado a la familia y dejaron atrás al undécimo uniformado asesinado en este año en todo el país.
El homicidio sucedió a pocos metros de la casa de los suegros de Alifraco, que se desempeñaba en Operaciones Metropolitanas de Drogas Peligrosas de la Policía Federal. "Estamos destrozados. Nuestra hija no sabe cómo hará para vivir sin Ezequiel y el bebe ya no tiene a su papá", dijeron al Diario La Nacion, sumidos en el llanto, Teresa y Hugo Actis, los padres de la mujer del policía, Pamela, de 26 años. "Todos hablan de la inseguridad, pero nadie hace nada", se lamentaron.
Alrededor de las 21 de anteayer, Alifraco y Actis transitaban en su Peugeot 308 por la calle Coronel Sayos al 3400, en Villa Diamante, con su bebe de seis meses, de nombre Dion. Iban a la casa de los padres de ella para buscar al hijo de seis años de la mujer y salir a cenar. Cuando faltaban pocos metros para llegar, en el cruce con la calle Yatay, un auto se les cruzó y los obligó a detenerse. Bajaron tres delincuentes armados.
Pamela relató a sus padres que el oficial, a sabiendas de lo que estaba ocurriendo, le dijo que se quedara tranquila con el bebe, "que él iba a entregar el auto". Al policía lo obligaron a bajar del Peugeot y lo tomaron del cuello con intenciones de robarle el rodado.
Si bien el oficial vestía un jogging, ya que se había tomado una semana de vacaciones para disfrutar de su familia, portaba su arma reglamentaria. Alifraco se identificó como policía, uno de los delincuentes no le dio tiempo a nada y le disparó a la cabeza, narraron los suegros de la víctima.
Cuando su pareja se dio cuenta de lo que había sucedido, uno de los ladrones ya estaba dentro del Peugeot. "Le rogó que la dejara bajar porque estaba con su bebe y le dijo que sí. Pero el tipo arrancó el auto y Pamela se tuvo que tirar del rodado con el nene", prosiguió Teresa Actis, consternada. En medio de una cerrada noche, la muchacha pidió a gritos ayuda a los vecinos.
Con la asistencia de un patrullero que se acercó al lugar, los allegados del efectivo cubrieron la cabeza de la víctima con una manta del bebe y lo trasladaron primero a una salita de la zona y luego a un centro de salud de Lanús. Más tarde, el policía fue derivado en un helicóptero sanitario al Complejo Médico Policial Churruca-Visca, en el barrio de Parque Patricios. Allí fue operado en dos ocasiones, pero horas después falleció debido a la gravedad de la lesión .
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