El Rojo, ya sin Almirón en el banco, consiguió un importante triunfo ante el Matador y cortó una racha de siete partidos sin ganar.l
Sin Almirón en el banco y con la necesidad de sumar para salir de la incómoda posición que ocupa en la tabla, Independiente recibía en su estadio a un Tigre de buena campaña que buscaba un triunfo para prenderse en los primeros puestos. Y sin brillar, logró una victoria importante por 1-0 que renueva la esperanza de cara a futuro.
El partido arrancó bien para el equipo dirigido de manera interina por Berón porque a los 10 minutos, Méndez mandó un centro preciso que Albertengo definió de cabeza. Luego, Papa asustó a todos tras chocar fuertemente su cabeza con Bergoglio -le realizarán una tomografía pero ya está recuperado- y en cuanto a lo deportivo, escasearon las situaciones de peligro y el Rojo pudo mantener sin problemas la ventaja.
Los jugadores del equipo de Avellaneda salieron desconcentrados al complemento y Tigre, con la obligación de revertir la historia, comenzó a hacer méritos para igualar el marcador, exigiendo al arquero Rodríguez, sobre todo desde los pues de Luna.
Sin embargo, los de Alfaro fueron imprecisos en los últimos metros y no mostraron variantes en ofensiva; mientras que Independiente priorizó cuidar un resultado que le sirve para escalar posiciones, a la espera de la llegada del reemplazante definitivo de Almirón.
Sin Almirón en el banco y con la necesidad de sumar para salir de la incómoda posición que ocupa en la tabla, Independiente recibía en su estadio a un Tigre de buena campaña que buscaba un triunfo para prenderse en los primeros puestos. Y sin brillar, logró una victoria importante por 1-0 que renueva la esperanza de cara a futuro.
El partido arrancó bien para el equipo dirigido de manera interina por Berón porque a los 10 minutos, Méndez mandó un centro preciso que Albertengo definió de cabeza. Luego, Papa asustó a todos tras chocar fuertemente su cabeza con Bergoglio -le realizarán una tomografía pero ya está recuperado- y en cuanto a lo deportivo, escasearon las situaciones de peligro y el Rojo pudo mantener sin problemas la ventaja.
Los jugadores del equipo de Avellaneda salieron desconcentrados al complemento y Tigre, con la obligación de revertir la historia, comenzó a hacer méritos para igualar el marcador, exigiendo al arquero Rodríguez, sobre todo desde los pues de Luna.
Sin embargo, los de Alfaro fueron imprecisos en los últimos metros y no mostraron variantes en ofensiva; mientras que Independiente priorizó cuidar un resultado que le sirve para escalar posiciones, a la espera de la llegada del reemplazante definitivo de Almirón.
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