Mauricio Cuero y Giovanni Simeone marcaron los goles para el triunfo por 2-1 del "Taladro", que extendió su invicto a ocho partidos. Stupiski descontó para los misioneros, que quedaron al borde del descenso
Con contundencia, lujos y un golazo de factura en equipo, Banfield le dio una lección de fútbol al desahuciado Crucero del Norte, al que venció 2-1 en un partido cuyo resultado debió ser más holgado.
Con los tres puntos que sacó el conjunto que dirige Claudio Vivas, cada vez mejor parado como entrenador de Banfield, puesto al que accedió desde un interino, el equipo se metió de lleno en la pelea por la liguilla Pre Libertadores.
Mauricio Cuero y Juan Cazares fueron una dupla que regaló fútbol exquisito, precisión, lujos y velocidad.
A los dos minutos, Cazares combinó con Rossi en una pared, el ecuatoriano remató y Ramírez dio rebote para la derecha, por donde Cuero apareció para poner el 1-0 madrugador.
Del medio para arriba, Banfield fue hilvanando juego aprovechando cada espacio que le daba Crucero pese a la línea de cinco defensores que puso Sebastián Rambert en cancha.
A los 22 llegó el golazo que bien puede enorgullecer al equipo, porque fueron once toques de seis jugadores distintos, más de la mitad del equipo albiverde.
Simeone venía de perderse un gol por un remate de emboquillada obligado por achique fuerte del arquero Ramírez.
Tras la salida larga por izquierda, Civelli despejó, Cuero anticipó a su marcador y allí empezó a enhebrarse un gol al que no le faltaron lujos, porque tras el pase a Cazares, el ecuatoriano tocó atrás para Domingo, de primera para que Erviti la baje de pecho otra vez a Casares, pared con Cuero, taco de Cazares para Erviti, otra pared con el ecuatoriano, que filtró el pase al área para Simeone, que se abrió hacia la derecha para dejar sin cobertura el arco ante la salida de Ramírez.
La obra de arte había sido consumada y para grabarla como documento y como regocijo por el buen fútbol.
Crucero no atinó a nada, y recién en los últimos minutos del partido iba a llegar a asustar a Banfield, y sólo porque el conjunto de Vivas falló todas las que tuvo, como un remate fortísimo de Cuero tras una veloz carrera, o un desborde de Castillón que Lechner casi lo mete en contra y una salvada de Ramírez a los pies del ex-Racing.
Sobre el final un centro de Alejandro Pérez desde la derecha encontró en las alturas el cabezazo fuerte de Pablo Stupiski.
Con la diferencia a tiro, Crucero fue un bombardeo de centros a tal punto que Rambert sacó al pequeño delantero Chironi y metió al alto zaguero Tomassini en busca del gol salvador.
Con contundencia, lujos y un golazo de factura en equipo, Banfield le dio una lección de fútbol al desahuciado Crucero del Norte, al que venció 2-1 en un partido cuyo resultado debió ser más holgado.
Con los tres puntos que sacó el conjunto que dirige Claudio Vivas, cada vez mejor parado como entrenador de Banfield, puesto al que accedió desde un interino, el equipo se metió de lleno en la pelea por la liguilla Pre Libertadores.
Mauricio Cuero y Juan Cazares fueron una dupla que regaló fútbol exquisito, precisión, lujos y velocidad.
A los dos minutos, Cazares combinó con Rossi en una pared, el ecuatoriano remató y Ramírez dio rebote para la derecha, por donde Cuero apareció para poner el 1-0 madrugador.
Del medio para arriba, Banfield fue hilvanando juego aprovechando cada espacio que le daba Crucero pese a la línea de cinco defensores que puso Sebastián Rambert en cancha.
A los 22 llegó el golazo que bien puede enorgullecer al equipo, porque fueron once toques de seis jugadores distintos, más de la mitad del equipo albiverde.
Simeone venía de perderse un gol por un remate de emboquillada obligado por achique fuerte del arquero Ramírez.
Tras la salida larga por izquierda, Civelli despejó, Cuero anticipó a su marcador y allí empezó a enhebrarse un gol al que no le faltaron lujos, porque tras el pase a Cazares, el ecuatoriano tocó atrás para Domingo, de primera para que Erviti la baje de pecho otra vez a Casares, pared con Cuero, taco de Cazares para Erviti, otra pared con el ecuatoriano, que filtró el pase al área para Simeone, que se abrió hacia la derecha para dejar sin cobertura el arco ante la salida de Ramírez.
La obra de arte había sido consumada y para grabarla como documento y como regocijo por el buen fútbol.
Crucero no atinó a nada, y recién en los últimos minutos del partido iba a llegar a asustar a Banfield, y sólo porque el conjunto de Vivas falló todas las que tuvo, como un remate fortísimo de Cuero tras una veloz carrera, o un desborde de Castillón que Lechner casi lo mete en contra y una salvada de Ramírez a los pies del ex-Racing.
Sobre el final un centro de Alejandro Pérez desde la derecha encontró en las alturas el cabezazo fuerte de Pablo Stupiski.
Con la diferencia a tiro, Crucero fue un bombardeo de centros a tal punto que Rambert sacó al pequeño delantero Chironi y metió al alto zaguero Tomassini en busca del gol salvador.
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