Cazabombarderos Sukhoi Su-34 fueron enviados por Moscú para atacar a las tropas rebeldes con este temible explosivo, diseñado para destruir tanques e instalaciones subterráneas de concreto. Rusia reiteró que el único objetivo de su campaña es "acabar con los jihadistas"; los ataques se centraron en las provincias de Idleb y Al Raqqa
La aviación rusa destruyó un centro de mando, un arsenal y un almacén subterráneo de explosivos del grupo terrorista Estado Islámico (EI) en Siria, informó hoy el Ministerio de Defensa de Rusia.
"En las últimas 24 horas los aviones rusos Su-34 y Su-24M realizaron 20 vuelos contra nueve objetivos terroristas del EI", dijo Ígor Konashenkov, portavoz castrense ruso.
Los ataques aéreos rusos se centraron en las provincias de Idleb y Al Raqqa, principal bastión yihadista en el país árabe.
Los cazabombarderos Su-34 volaron por los aires un puesto de mando situado en un edificio fortificado y también un búnker que almacenaba material explosivo y municiones en la provincia de Al Raqqa.
Además, los bombarderos Su-24M destruyeron en la zona de Yisr al Shugur (Idleb) una base yihadista con armamento y automóviles militares utilizados por los terroristas para cometer atentados, según el general ruso.
En la misma provincia resultó totalmente destruido otro fortín del EI cerca de Maaret al Nuaman con armamento, munición y material explosivo.
Konashenkov explicó que la desviación máxima de las coordenadas designadas por parte de las bombas KAB-500 utilizadas por los aviones rusos es de cinco metros.
"Estas y otras bombas de alta precisión han sido utilizadas en los últimos días contra los objetivos del EI: centros de mando, almacenes de munición y fábricas donde se fabrican las armadas para los terroristas suicidas", apuntó.
Esta bomba superpotente funciona en caída libre. Los aviones, en este caso los Sukhoi Su-34 de la Fuerza Aérea Rusa, sobrevuelan a gran altura el objetivo, y la sueltan cuando llega el momento oportuno.
Está diseñada para atravesar el concreto y las estructuras blindadas, especialmente búnkeres. Una vez que penetra las fortificaciones, explota en infinidad de fragmentos, maximizando así su poder de destrucción.
Es mucho más gruesa que otras de su tipo. En la cola tiene un espesor de 35 milímetros, y en el centro llega hasta los 45 milímetros.
La punta está ultrareforzada, para asegurarse de que pueda atravesar los objetivos. A diferencia de otras bombas, que sólo producen un pequeño cráter, una vez que penetra, destruye todo a 50 metros a la redonda.
Contiene un explosivo de 77 kilogramos, y su peso total es de aproximadamente media tonelada. Tiene un diámetro de 35 centímetros y mide 2,2 metros de largo.
Rusia insistió hoy en que el único objetivo de su campaña de bombardeos aéreos en el país árabe es acabar con los yihadistas y de esa forma defender a su pueblo de la amenaza terrorista.
"Nosotros defendemos al pueblo de Rusia de la amenaza del terrorismo, ya que siempre es mejor hacerlo en el extranjero que dentro de tus propias fronteras", dijo hoy el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, al canal de noticias "Rusia 24".
La aviación rusa destruyó un centro de mando, un arsenal y un almacén subterráneo de explosivos del grupo terrorista Estado Islámico (EI) en Siria, informó hoy el Ministerio de Defensa de Rusia.
"En las últimas 24 horas los aviones rusos Su-34 y Su-24M realizaron 20 vuelos contra nueve objetivos terroristas del EI", dijo Ígor Konashenkov, portavoz castrense ruso.
Los ataques aéreos rusos se centraron en las provincias de Idleb y Al Raqqa, principal bastión yihadista en el país árabe.
Los cazabombarderos Su-34 volaron por los aires un puesto de mando situado en un edificio fortificado y también un búnker que almacenaba material explosivo y municiones en la provincia de Al Raqqa.
Además, los bombarderos Su-24M destruyeron en la zona de Yisr al Shugur (Idleb) una base yihadista con armamento y automóviles militares utilizados por los terroristas para cometer atentados, según el general ruso.
En la misma provincia resultó totalmente destruido otro fortín del EI cerca de Maaret al Nuaman con armamento, munición y material explosivo.
Konashenkov explicó que la desviación máxima de las coordenadas designadas por parte de las bombas KAB-500 utilizadas por los aviones rusos es de cinco metros.
"Estas y otras bombas de alta precisión han sido utilizadas en los últimos días contra los objetivos del EI: centros de mando, almacenes de munición y fábricas donde se fabrican las armadas para los terroristas suicidas", apuntó.
Esta bomba superpotente funciona en caída libre. Los aviones, en este caso los Sukhoi Su-34 de la Fuerza Aérea Rusa, sobrevuelan a gran altura el objetivo, y la sueltan cuando llega el momento oportuno.
Está diseñada para atravesar el concreto y las estructuras blindadas, especialmente búnkeres. Una vez que penetra las fortificaciones, explota en infinidad de fragmentos, maximizando así su poder de destrucción.
Es mucho más gruesa que otras de su tipo. En la cola tiene un espesor de 35 milímetros, y en el centro llega hasta los 45 milímetros.
La punta está ultrareforzada, para asegurarse de que pueda atravesar los objetivos. A diferencia de otras bombas, que sólo producen un pequeño cráter, una vez que penetra, destruye todo a 50 metros a la redonda.
Contiene un explosivo de 77 kilogramos, y su peso total es de aproximadamente media tonelada. Tiene un diámetro de 35 centímetros y mide 2,2 metros de largo.
Rusia insistió hoy en que el único objetivo de su campaña de bombardeos aéreos en el país árabe es acabar con los yihadistas y de esa forma defender a su pueblo de la amenaza terrorista.
"Nosotros defendemos al pueblo de Rusia de la amenaza del terrorismo, ya que siempre es mejor hacerlo en el extranjero que dentro de tus propias fronteras", dijo hoy el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, al canal de noticias "Rusia 24".
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