El libro “Nisman debe Morir” del periodista Daniel Santoro revela que el fiscal dejó pruebas contundentes contra Cristina Kirchner que podrían ser presentadas luego de que la presidenta deje el poder

El libro “Nisman debe Morir” del periodista Daniel Santoro revela, según puede verse publicado en su nota del diario Clarín, que Nisman dejó “tres memorias externas” con su denuncia por encubrimiento contra Cristina y con más pruebas, por si lo mataban. Una de las copias se la dio a su madre Sara Garfunkel (74 años). Otra de esas memorias fue enviada al exterior, presumiblemente a Israel, reveló una fuente judicial a este autor.
Recién se dará a conocer su contenido después de que Cristina deje el poder el próximo 10 de diciembre.
Según el libro, Nisman reveló a varias personas, entre ellas a un abogado de la colectividad judía, que “había guardado más pruebas de su denuncia por encubrimiento en tres lugares distintos”. Pero nunca especificó a quiénes les dejó las copias.
En otra parte del libro puede leerse que del departamento de Le Parc, se secuestró un disco de almacenamiento 500 GB, un celular Samsung, un celular Motorola, una notebook Samsung de 500 GB y una Palm marca HP. Pero falta “un celular que le entregó Stiuso a Nisman antes de su viaje a Europa”, con el cual se comunicaba con sus secretarias de confianza. Al igual que “varios pendrives con back ups de las escuchas y otras pruebas” que guardaba el fiscal, revelaron al autor desde el entorno del fiscal muerto.

El libro “Nisman debe Morir” del periodista Daniel Santoro revela, según puede verse publicado en su nota del diario Clarín, que Nisman dejó “tres memorias externas” con su denuncia por encubrimiento contra Cristina y con más pruebas, por si lo mataban. Una de las copias se la dio a su madre Sara Garfunkel (74 años). Otra de esas memorias fue enviada al exterior, presumiblemente a Israel, reveló una fuente judicial a este autor.
Recién se dará a conocer su contenido después de que Cristina deje el poder el próximo 10 de diciembre.
Según el libro, Nisman reveló a varias personas, entre ellas a un abogado de la colectividad judía, que “había guardado más pruebas de su denuncia por encubrimiento en tres lugares distintos”. Pero nunca especificó a quiénes les dejó las copias.
En otra parte del libro puede leerse que del departamento de Le Parc, se secuestró un disco de almacenamiento 500 GB, un celular Samsung, un celular Motorola, una notebook Samsung de 500 GB y una Palm marca HP. Pero falta “un celular que le entregó Stiuso a Nisman antes de su viaje a Europa”, con el cual se comunicaba con sus secretarias de confianza. Al igual que “varios pendrives con back ups de las escuchas y otras pruebas” que guardaba el fiscal, revelaron al autor desde el entorno del fiscal muerto.
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