Detuvieron a una argentina indocumentada en Estados Unidos

Se trata de Daniela Vargas, una joven de 22 años que vive en el país norteamericano desde los 7. Su padre y su hermano ya habían sido arrestados



Daniela Vargas, una cordobesa de 22 años en proceso de renovar su permiso para permanecer en Estados Unidos de manera legal, fue detenida por agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), poco después de participar en una conferencia de prensa en la que exhortó al presidente Donald Trump a proteger a personas en su condición.

La joven se encuentra en los Estados Unidos desde los siete años con su familia y además de ellos fueron detenidos su padre y su hermano, a la espera de ser deportados.

Vargas es una "dreamer", tal como se conoce en Estados Unidos a los jóvenes extranjeros en su situación legal, fue detenida por agentes del ICE que obligaron a una amiga a detener su vehículo en una autopista, cuando la llevaba.



Poco antes, la chica había estado con una coalición de miembros del clero, abogados de derechos civiles y defensores de inmigrantes en el Ayuntamiento de Jackson, Misisipi, informó Nathan Elmore, uno de sus abogados.

"Una vía a la ciudadanía en necesaria para los destinatarios de la DACA (siglas en inglés del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia), pero también para las otras 11 millones de personas indocumentadas con sueños", declaró Vargas en referencia al programa que fue promulgado por el presidente Barack Obama y que Trump ha insinuado que mantendrá.

El más reciente estatus de Vargas en el programa DACA venció en noviembre de 2016, y ella entregó la solicitud para renovarlo a mediados de febrero, una vez que pagó la cuota de solicitud de 495 dólares.

En un par de ocasiones anteriores había recibido una protección de dos años, en diciembre de 2012 y en noviembre de 2014, afirmó Abigail Peterson, otra de sus abogadas.

Su padre, Daniel, de 55 años, y su hermano, Alan, de 26, habían sido detenidos a mediados del mes pasado afuera de su casa en la ciudad de Jackson, en el estado de Misisipi cuando iban a trabajar, ambos como ella estaban en el país sin autorización legal.

Daniela se ocultó durante horas en un armario, hasta que los agentes la encontraron y la esposaron. Luego, fue liberada.

"Temí por mi vida", aseguró la joven.

Un vocero de ICE, Thomas Byrd, dijo a la prensa que la detención de Daniel y Alan formó parte de las "operaciones de aplicación de la ley" de la agencia migratoria.

Daniela tenía siete años cuando su familia dejó Córdoba en medio de la fuerte crisis económica que estalló con la quiebra financiera de fines de 2001 y llegaron a Estados Unidos con visas de turistas.

Cuando lps visados expiraron se quedaron, luego sus padres se divorciaron.

Ella culminó sus estudios de secundaria en 2013, se matriculó en un colegio comunitario e inició sus estudios en la Universidad del Sur de Misisipi, con el propósito de convertirse en profesora de matemáticas.

Al haber llegado cuando era una niña, Daniela calificó para el programa de acción diferida que el gobierno de Barack Obama implementó por decreto para los jóvenes indocumentados conocidos como "dreamers".

Vargas se anotó en el programa, que otorga un permiso de residencia y de trabajo temporal. Ese permiso ya expiró, y espera aún la aprobación de la renovación.

Su abogada indicó que explicó su situación a ICE, pero le dijeron que debía permanecer detenida.

Trump ha ampliado el universo de extranjeros indocumentados sujetos a deportación, al ordenar a las agencias de seguridad que deporten no sólo a criminales condenados por un delito serio, sino también a personas acusadas por delitos menores, incluso si están sospechadas o acusadas de haber cometido un delito, sin haber sido condenadas.

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