Con Sergio Massa del otro lado, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich buscan endurecer su discurso lo máximo posible durante la campaña electoral. La moderación de la que suele ufanarse el candidato de Unión por la Patria los obligó a radicalizar sus posturas para lograr imponerse en la interna de Juntos por el Cambio. La ex ministra de Seguridad optó por ser ella misma quien lleve adelante esa tarea, mientras que el mandatario porteño prefiere descansar en sus aliados para alcanzar ese objetivo.
El más preocupado por no quedar opacado por el postulante del oficialismo es Rodríguez Larreta. El perfil moderado que en algún momento los hermanó es el mismo del que ahora intenta despegarse el jefe de Gobierno de la Ciudad. Necesita ganarle a Bullrich en las PASO del 13 de agosto y para eso tiene que dar una señal clara a su electorado, que vaya a contramano de las ideas del líder del Frente Renovador. La elección de Gerardo Morales como compañero de fórmula fue el primer paso.
"Gerardo se la bancó cuando metió presa a Milagro Sala y a la Tupac Amaru, que tenían un gobierno paralelo en Jujuy. Ese es el modelo que representamos”, dijo el alcalde porteño, pocos días después de que los pueblos originarios y las organizaciones sociales y políticas fueron reprimidas en las calles de San Salvador de Jujuy. Aún así, dejó en manos del mandatario jujeño ese tema a fin de potenciar la campaña y disputarle el electorado a Bullrich. Él, en un difícil equilibrio, prefiere enmarcarse en el planteo de que hay que terminar con la grieta y en que es preciso construir una nueva mayoría.
Morales se apresuró a abandonar el tono conciliador que lo enfrentó a los llamados "halcones" de PRO para presentarse -casi de manera exclusiva- como el dirigente político que encarceló a Sala. Sin embargo, eso no fue suficiente para apuntalar la candidatura del mandatario porteño y en el larretismo acordaron reforzar ese discurso con referentes como Miguel Ángel Pichetto, que encabezará la nómina de diputados por la provincia de Buenos Aires; y José Luis Espert, que liderará la lista de senadores por ese distrito.
"Juego de palabras estúpido de un estúpido pigmeo mental. Kicillof admira Venezuela, Cuba, China, países donde NO existen los derechos porque hay miseria o hay falta total de libertad. Los países donde la gente vive bien son la antítesis de los que ama Kicillof", dijo el diputado de Avanza Libertad este domingo en su cuenta de Twitter, en respuesta a una nota del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, publicada por el portal Infobae.
Pichetto, en más de una oportunidad, se expresó en contra de los mapuches y los extranjeros, con un dejo similar al de la ex ministra de Seguridad. "En Jujuy hay actividad insurreccional con presencia de infiltrados bolivianos que responden a Evo Morales y piqueteros de izquierda de todo el país. El gobierno nacional totalmente ausente. Argentina hacia el abismo", afirmó el auditor general de la Nación a través de un tuit hace diez días, en referencia a los reclamos que se llevaron adelante en la provincia norteña.
Ante ese panorama, Bullrich eligió redoblar la apuesta, incluso a riesgo de equívocos, como sucedió la semana pasada cuando aseguró que "las universidades están vacías de alumnos" y que tienen "casi la mitad de la matrícula de alumnos extranjeros que vienen y toman las posibilidades que la Argentina da”. Según datos del ministerio de Educación de la Nación, apenas un 4,4% de los estudiantes universitarios son extranjeros.
Casi en simultáneo, su candidato a vice, Luis Petri, volvió a cargar contra los extranjeros: "La Argentina está destinando recursos a extranjeros que vienen en tours sanitarios y en muchos casos a hacerse operaciones programadas. No estamos hablando de operaciones de emergencia. Ese servicio de salud lo estamos pagando con nuestros impuestos".
A diferencia de Rodríguez Larreta, Bullrich está más preocupada por los votos que pueda restarle el líder de La Libertad Avanza, Javier Milei, que por distanciarse del ministro de Economía, con quien no comparte casi nada. "Hay que pegarse a Milei para quedarse con sus votos y polarizar al extremo con Massa", dicen cerca de la precandidata a presidenta de Juntos por el Cambio.
Las frases efectistas que dice Bullrich y que Rodríguez Larreta deja que otros digan por él serán una constante en lo que queda de la campaña, según prometen de un lado y del otro. Para arrimarse a un triunfo, el alcalde necesita con premura desdibujar la grieta interna que quedó a la vista cuando se alejó de Mauricio Macri y de quien será su adversaria en las PASO.
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