El secretario de Finanzas, Eduardo Setti, señaló: "En esta licitación se alcanzó un rollover del 17.833 % y, durante 2023, dicha tasa fue del 157%. El objetivo de aceptar un importante volumen de financiamiento es dejar fondos suficientes para el próximo gobierno". La contracara, claro, será el alto nivel de deuda indexada. Entre analistas que proyectan un potencial impacto sobre el dólar si hay un desarme de Leliq y un ajuste de precios relativos, las preocupaciones principales tienden a ser el nuevo golpe a los ingresos que podrán representar y también el efecto sobre la deuda oficial, que al estar indexada se verá incrementada y podrá generar necesidades de emisión mayores si los vencimientos se vuelven demasiado abultados.
El 95% de los instrumentos que tomó el mercado en esta última licitación ajusta por CER. Sólo el restante 5% está relacionado a la tendencia del dólar. Y es que para la inflación, luego de los congelamientos preelectorales, se espera que haya una aceleración en los próximos meses.
El analista de mercados Gustavo Ber reseñó: “Aprovechando la positiva expectativa sobre la próxima administración, y el reducido nivel de vencimientos, se logró un importante nivel de financiamiento neto”.
Y agregó: “Esta vez la preferencia estuvo concentrada en los títulos con ajuste CER, posiblemente no sólo por el mayor apetito hacia la deuda local sino también la expectativa de una aceleración de la inflación a corto plazo ante el eventual ajuste en los precios relativos. Esperaba mayor demanda por los dollar-linked, sobre todo por su sólido perforamance que venían mostrando dichos títulos postballotaje”.
Desde la Secretaría de Finanzas celebraron: “Cabe destacar que el financiamiento neto correspondió principalmente al sector privado, con una amplia participación del sector financiero, aseguradoras, fondos comunes de inversión y empresas. En esta licitación, el Tesoro Nacional afrontaba vencimientos por $5.150 millones, por lo que el financiamiento neto alcanzó los $913.339 millones. Además, se destaca que el 76% del financiamiento obtenido correspondió a instrumentos con vencimientos en 2024 mientras que, el 24% restante, correspondió a instrumentos con vencimiento en 2025. Es importante recalcar que, en esta licitación, considerando todos los instrumentos, logramos extender el plazo promedio ponderado por valor efectivo adjudicado en 12,5 meses”.
De hecho, tras el default de la deuda en pesos del 2019, Finanzas logró salir airoso en la administración de sus salidas al mercado: durante el último año de gestión logró una fuerte adhesión de los ahorristas que no sólo renovaron sus tenencias en cada licitación sino que además fue incrementando la cantidad de dinero prestada, aunque el logró ocurrió también con la ayuda del cepo, vale destacar, lo que hace que el en realidad el mercado esté cautivo y obligado a encontrar soluciones en pesos para el ahorro que genera el sobrante de pesos.
En ese sentido, Finanzas remarcó: “Con este resultado, el financiamiento neto de lo que va del año alcanzó los $6,2 billones, con una tasa de refinanciamiento del 157%”.
La relevancia de los números es clara: con un déficit fiscal elevado por la caída en los ingresos tributarios que generó la sequía, la emisión monetaria no sólo generó las típicas tensiones de que se observe un sobrante de pesos en momentos de alta demanda de moneda extranjera en las cotizaciones paralelas, con sus conocidas consecuencias en las expectativas de devaluación en plena previa electoral, sino que además generó dificultades frente al acuerdo con el FMI y una meta monetaria difícil de cumplir.
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