Se trata de unos de los rankings educativos más prestigiosos del mundo. El kirchnerismo omitió escuelas que habían estado en mediciones anteriores.

La Argentina recibió la peor de las calificaciones en las pruebas PISA 2015: la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) no la incluyó en el ranking trienal que mide los estándares de calidad educativa debido a que fue insuficiente la muestra tomada entre 7500 estudiantes de 15 años, consultados sobre ciencia, comprensión lectora y matemática.
"La muestra es demasiado pequeña para garantizar la comparación", se señala en la página 320 del volumen I de la prueba, que se difunde en todo el mundo y de la que también se excluyó a Kazakhstán y Malasia. Hace varios meses, las autoridades fueron informadas de la preocupación de la OCDE sobre cómo habían sido elegidas las escuelas para afrontar la PISA 2015.
La ciudad de Buenos Aires está en el puesto 38, por encima de los países de América latina, liderados por Chile (44), pero muy lejos de Singapur, que se ubica al tope de la tabla.
La situación no es desconocida por el gobierno de Mauricio Macri. Ya en junio pasado funcionarios del Ministerio de Educación de la Nación admitieron que habían recibido cuestionamientos sobre la muestra por parte de la OCDE. Sin nombrarlo directamente, no negaban la eventual responsabilidad que podía caberle al ex ministro Alberto Sileoni.
"La OCDE amenaza con bajar del ranking al país, aunque a nivel nacional los resultados dan bastante bien", le dijo un integrante del gabinete de Esteban Bullrich, aunque por aquellos días no estaba persuadido de que se cumpliera la advertencia.

La Argentina recibió la peor de las calificaciones en las pruebas PISA 2015: la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) no la incluyó en el ranking trienal que mide los estándares de calidad educativa debido a que fue insuficiente la muestra tomada entre 7500 estudiantes de 15 años, consultados sobre ciencia, comprensión lectora y matemática.
"La muestra es demasiado pequeña para garantizar la comparación", se señala en la página 320 del volumen I de la prueba, que se difunde en todo el mundo y de la que también se excluyó a Kazakhstán y Malasia. Hace varios meses, las autoridades fueron informadas de la preocupación de la OCDE sobre cómo habían sido elegidas las escuelas para afrontar la PISA 2015.
La ciudad de Buenos Aires está en el puesto 38, por encima de los países de América latina, liderados por Chile (44), pero muy lejos de Singapur, que se ubica al tope de la tabla.
La situación no es desconocida por el gobierno de Mauricio Macri. Ya en junio pasado funcionarios del Ministerio de Educación de la Nación admitieron que habían recibido cuestionamientos sobre la muestra por parte de la OCDE. Sin nombrarlo directamente, no negaban la eventual responsabilidad que podía caberle al ex ministro Alberto Sileoni.
"La OCDE amenaza con bajar del ranking al país, aunque a nivel nacional los resultados dan bastante bien", le dijo un integrante del gabinete de Esteban Bullrich, aunque por aquellos días no estaba persuadido de que se cumpliera la advertencia.
