Desde el viernes a las 20 hubo seis asesinatos; la cifra de crímenes está a punto de superar la marca de 2007, que fue de 116; el intendente pidió la presencia de la Gendarmería
El viernes a las 20 comenzó el fin de semana más sangriento de la última década en esta ciudad. Seis asesinatos en apenas 30 horas elevaron a 114 el total de homicidios en el Gran Santa Fe. Así, la fría estadística refleja que no sólo se superó la marca de 2013, que fue de 106, sino que todo parece indicar que, a falta de dos meses y medio para que concluya el año, se pulverizará el récord de 116 crímenes registrados en 2007, el año de mayor cantidad de muertes violentas en toda la historia de esta capital y sus alrededores.
La sociedad santafecina parece anestesiada, sin reacción. El ministro de Seguridad provincial, Raúl Lamberto, admitió "la irracional violencia" que impera en esta ciudad. Sin embargo, no adelantó ninguna medida extraordinaria que fuera a adoptar su gobierno en lo inmediato para revertir la situación. Es más: dijo que Santa Fe está "reforzada" y que se están haciendo "como nunca" controles para la recuperación de armas en manos de particulares, cuya proliferación, en especial en lo que se conoce como el "mercado negro", es uno de los principales argumentos a la hora de explicar el aumento de la violencia con consecuencias mortales.
El fiscal regional, Ricardo Fessia, sostuvo: "Hemos llegado a un punto en el que se necesitan acuerdos políticos entre todos los sectores para bajar este nivel de violencia social. Me estoy refiriendo a una suerte de gran concertación de todos los actores sociales para que se sienten a una misma mesa y logren un consenso sobre lo que está pasando. Esto no lo recompone el gobernador, un ministro o un obispo solo. Se necesita que todos los actores, no sólo políticos, sino sociales y religiosos, respondan a esa convocatoria; sin eso, será imposible salir de esto".
También hizo pública su preocupación el intendente capitalino, el radical José Corral. "La situación en algunos barrios es desesperante y requiere decisiones urgentes y enérgicas", advirtió. Además, reiteró la necesidad de que la Gendarmería tenga presencia en esta ciudad por la "gravedad de la situación", y pidió a las autoridades provinciales que instrumenten "cambios en las políticas de seguridad".
Ayer al mediodía, Corral solicitó al ministro de Gobierno, Rubén Galassi, que gestione una reunión con el gobernador Antonio Bonfatti, de la cual participen, además, todos los intendentes del departamento La Capital y el senador departamental "para acompañarlo en las decisiones que tenga que tomar".
La nueva ola de homicidios (la anterior comenzó el viernes a la noche y se extendió durante la madrugada, con tres homicidios) se inició anoche, alrededor de las 20.10, en la avenida Aristóbulo del Valle y Zuviría, una zona muy transitada, a metros de la avenida Salvador María del Carril y del Puente Negro, y a pocas cuadras de uno de los centros comerciales más importantes de la ciudad, en el norte del municipio.
Las primeras versiones indicaban que el crimen se había producido durante un intento de robo. No obstante, a partir de los datos recabados por la policía, todo haría suponer que, por las características del ataque, se trataría de un ajuste de cuentas. La víctima fue identificada como Carlos Alberto Lima, de 19 años. Recibió un tiro en la cabeza y luego fue rematado con otro disparo a quemarropa en el pecho. Los disparos son de distinto calibre.
El segundo asesinato se registró en la madrugada de ayer. En la zona de los bañados de Colastiné, distrito situado pocos kilómetros al nordeste de esta capital, fue asesinado de dos puñaladas (en el tórax y en la zona abdominal izquierda) Cristian Montaño, de 31 años. Fue trasladado al Hospital Provincial Dr. José María Cullen, pero murió a pesar de los intentos de reanimación. No hay aún detenidos por este caso.
A las 4.30 de ayer, un joven de 20 años, Emmanuel Osvaldo Borghetto, murió en Recreo, 17 kilómetros al norte de esta capital. Por el hecho hay un taxista de 53 años detenido. Se secuestraron el taxi, un Chevrolet Corsa de la empresa Radio Taxi, y un revólver calibre 38.
Se presume que el taxista tomó a su pasajero en un boliche de esta capital y al llegar a Recreo el joven quiso asaltarlo; ahí se produjo un forcejeo y un posterior disparo que provocó la muerte del joven.
Fuente: La Nacion
El viernes a las 20 comenzó el fin de semana más sangriento de la última década en esta ciudad. Seis asesinatos en apenas 30 horas elevaron a 114 el total de homicidios en el Gran Santa Fe. Así, la fría estadística refleja que no sólo se superó la marca de 2013, que fue de 106, sino que todo parece indicar que, a falta de dos meses y medio para que concluya el año, se pulverizará el récord de 116 crímenes registrados en 2007, el año de mayor cantidad de muertes violentas en toda la historia de esta capital y sus alrededores.
La sociedad santafecina parece anestesiada, sin reacción. El ministro de Seguridad provincial, Raúl Lamberto, admitió "la irracional violencia" que impera en esta ciudad. Sin embargo, no adelantó ninguna medida extraordinaria que fuera a adoptar su gobierno en lo inmediato para revertir la situación. Es más: dijo que Santa Fe está "reforzada" y que se están haciendo "como nunca" controles para la recuperación de armas en manos de particulares, cuya proliferación, en especial en lo que se conoce como el "mercado negro", es uno de los principales argumentos a la hora de explicar el aumento de la violencia con consecuencias mortales.
El fiscal regional, Ricardo Fessia, sostuvo: "Hemos llegado a un punto en el que se necesitan acuerdos políticos entre todos los sectores para bajar este nivel de violencia social. Me estoy refiriendo a una suerte de gran concertación de todos los actores sociales para que se sienten a una misma mesa y logren un consenso sobre lo que está pasando. Esto no lo recompone el gobernador, un ministro o un obispo solo. Se necesita que todos los actores, no sólo políticos, sino sociales y religiosos, respondan a esa convocatoria; sin eso, será imposible salir de esto".
También hizo pública su preocupación el intendente capitalino, el radical José Corral. "La situación en algunos barrios es desesperante y requiere decisiones urgentes y enérgicas", advirtió. Además, reiteró la necesidad de que la Gendarmería tenga presencia en esta ciudad por la "gravedad de la situación", y pidió a las autoridades provinciales que instrumenten "cambios en las políticas de seguridad".
Ayer al mediodía, Corral solicitó al ministro de Gobierno, Rubén Galassi, que gestione una reunión con el gobernador Antonio Bonfatti, de la cual participen, además, todos los intendentes del departamento La Capital y el senador departamental "para acompañarlo en las decisiones que tenga que tomar".
La nueva ola de homicidios (la anterior comenzó el viernes a la noche y se extendió durante la madrugada, con tres homicidios) se inició anoche, alrededor de las 20.10, en la avenida Aristóbulo del Valle y Zuviría, una zona muy transitada, a metros de la avenida Salvador María del Carril y del Puente Negro, y a pocas cuadras de uno de los centros comerciales más importantes de la ciudad, en el norte del municipio.
Las primeras versiones indicaban que el crimen se había producido durante un intento de robo. No obstante, a partir de los datos recabados por la policía, todo haría suponer que, por las características del ataque, se trataría de un ajuste de cuentas. La víctima fue identificada como Carlos Alberto Lima, de 19 años. Recibió un tiro en la cabeza y luego fue rematado con otro disparo a quemarropa en el pecho. Los disparos son de distinto calibre.
El segundo asesinato se registró en la madrugada de ayer. En la zona de los bañados de Colastiné, distrito situado pocos kilómetros al nordeste de esta capital, fue asesinado de dos puñaladas (en el tórax y en la zona abdominal izquierda) Cristian Montaño, de 31 años. Fue trasladado al Hospital Provincial Dr. José María Cullen, pero murió a pesar de los intentos de reanimación. No hay aún detenidos por este caso.
A las 4.30 de ayer, un joven de 20 años, Emmanuel Osvaldo Borghetto, murió en Recreo, 17 kilómetros al norte de esta capital. Por el hecho hay un taxista de 53 años detenido. Se secuestraron el taxi, un Chevrolet Corsa de la empresa Radio Taxi, y un revólver calibre 38.
Se presume que el taxista tomó a su pasajero en un boliche de esta capital y al llegar a Recreo el joven quiso asaltarlo; ahí se produjo un forcejeo y un posterior disparo que provocó la muerte del joven.
Fuente: La Nacion
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