La concejal denunciada admitió que hay prostitutas en sus bares, pero culpó a los medios

Dijo que la acusación "es un ataque al Frente para la Victoria en un año electoral". Sostuvo que en sus locales "no hay ninguna actividad que configure un tipo penal". Para La Alameda, "se autoincriminó"


Angelina Zapico, la concejal de San Antonio de Areco y ex funcionaria bonaerense acusada de participar en una red de prostíbulos en suelo porteño, sostuvo que se trata de un "ataque directo al Frente para la Victoria". Aunque admitió buena parte del contenido de la denuncia de La Alameda, rechazó que hubiera delitos a la vista y vinculó todo a una operación política con aroma electoral. La oposición fijará su posición mañana en el Concejo Deliberante.

"Todo el mundo tenía conocimiento de que mi padre tiene los bares", se defendió Zapico en declaraciones radiales, en las que anticipó que no pedirá licencia ni renunciará. "Vine acá voluntariamente porque no tengo nada que ocultar. Quiero que los vecinos sepan qué está pasando. Los medios sacan al aire una carnicería, una caza de brujas, y condenan directamente. Es un disparate. Estamos en un año electoral y estas cuestiones se utilizan políticamente para dañar", argumentó.

La denuncia de La Alameda fue presentada formalmente el jueves por el primer candidato a legislador porteño de Bien Común, Lucas Schaerer, en la Fiscalía Federal Nº 6, a cargo de Federico Delgado. En pocas palabras, el escrito asegura que Zapico es dueña de una red de prostíbulos instalados en el microcentro.

La presentación revela que Zapico posee acciones en las sociedades Ril SRL, Jocel SA, Loch Ness SRL y Reconquista 870 SRL, las cuales son propietarias de cuatro bares en los que, en realidad, trabajan decenas de prostitutas, la mayoría de ellas dominicanas. Entre ellos figura el mítico "Café Orleans", en la esquina de San Martín y Córdoba.

La denuncia incluye, a su vez, otras empresas vinculadas a las de la concejal, por lo que se habla de una "red de prostíbulos".

"Lo que hacen es aprovechar la habilitación como bares para encubrir la actividad prostibularia. A las mujeres las encubren como 'coperas' –que legalmente se llaman 'alternadoras'–, pero a quienes la ley no autoriza a entrar y salir de los bares, justamente para evitar la actividad sexual, algo que no pasa en los bares de Zapico", explicó Schaerer al portal Infobae.


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