La Presidente brinda un discurso por cadena nacional ante una masiva concurrencia en la Plaza de Mayo. Hace hincapié en la "continuidad del modelo" y repasa la gestión del kirchnerismo. Críticas a los gremios
Ante una masiva concurrencia en la Plaza de Mayo y rodeada del vicepresidente Amado Boudou, ministros, gobernadores y funcionarios, la Presidente brindó un discurso por cadena nacional en el que hizo hincapié una y otra vez en la "continuidad y profundización del modelo", dejando un fuerte mensaje de cara a los comicios que determinarán quién gobernará la Argentina a partir de diciembre.
En ese sentido, y en un mensaje que duró una hora y 12 minutos, la mandataria dijo tener "la certeza" de que en diciembre será sucedida por un candidato kirchnerista. "No tengo dudas de eso, tengo esa certeza porque nadie vota para atrás, la gente vota para adelante, para el futuro para mejorar", afirmó. Y tal como había hecho a principios de mes, cuando pidió "un baño de humildad" para reducir el número de precandidatos oficialistas, dejó un mensaje puertas adentro: "Le pido a mi espacio político que dé lo mejor de sí, en paz, para poder seguir viviendo así". Esa fue esta vez la directiva para los postulantes kirchneristas.
Siempre en la misma línea, la mandataria ironizó con que "los agoreros" decían que cuando al Gobierno le iba bien lo calificaban como "un veranito de consumo o un veranito de sueldo". Y a continuación lanzó: "Bueno señores vamos por 12 veranos para Argentina y queremos también el verano número 13".
En la misma tono, se refirió al futuro del kircherismo más allá de diciembre. "No se trata de irse o de quedarse, esto es un proyecto colectivo que no depende de una sola persona". En ese momento fue interrumpida por los manifestantes, que cantaron "para el proyecto, la reelección".
A continuación, aseveró que el dilema "no es continuidad o cambio" y pidió que "los que quieren cambiar que nos expliquen cómo a todos los argentinos". "Quieren hacerle creer a la gente que es bueno que cada cuatro años cambie todo, porque cuando cada cuatro años cambia todo es porque todo sigue igual", aseveró.
Sobre el cierre, prometió que "van a venir muchos 25 de Mayo más en los que el pueblo se volcará a la plaza y el pueblo estará feliz, más allá de las diferencias entre los argentinos".
Ante una masiva concurrencia en la Plaza de Mayo y rodeada del vicepresidente Amado Boudou, ministros, gobernadores y funcionarios, la Presidente brindó un discurso por cadena nacional en el que hizo hincapié una y otra vez en la "continuidad y profundización del modelo", dejando un fuerte mensaje de cara a los comicios que determinarán quién gobernará la Argentina a partir de diciembre.
En ese sentido, y en un mensaje que duró una hora y 12 minutos, la mandataria dijo tener "la certeza" de que en diciembre será sucedida por un candidato kirchnerista. "No tengo dudas de eso, tengo esa certeza porque nadie vota para atrás, la gente vota para adelante, para el futuro para mejorar", afirmó. Y tal como había hecho a principios de mes, cuando pidió "un baño de humildad" para reducir el número de precandidatos oficialistas, dejó un mensaje puertas adentro: "Le pido a mi espacio político que dé lo mejor de sí, en paz, para poder seguir viviendo así". Esa fue esta vez la directiva para los postulantes kirchneristas.
Siempre en la misma línea, la mandataria ironizó con que "los agoreros" decían que cuando al Gobierno le iba bien lo calificaban como "un veranito de consumo o un veranito de sueldo". Y a continuación lanzó: "Bueno señores vamos por 12 veranos para Argentina y queremos también el verano número 13".
En la misma tono, se refirió al futuro del kircherismo más allá de diciembre. "No se trata de irse o de quedarse, esto es un proyecto colectivo que no depende de una sola persona". En ese momento fue interrumpida por los manifestantes, que cantaron "para el proyecto, la reelección".
A continuación, aseveró que el dilema "no es continuidad o cambio" y pidió que "los que quieren cambiar que nos expliquen cómo a todos los argentinos". "Quieren hacerle creer a la gente que es bueno que cada cuatro años cambie todo, porque cuando cada cuatro años cambia todo es porque todo sigue igual", aseveró.
Sobre el cierre, prometió que "van a venir muchos 25 de Mayo más en los que el pueblo se volcará a la plaza y el pueblo estará feliz, más allá de las diferencias entre los argentinos".
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