Mauricio Macri rechazó que la ajustada victoria de Rodríguez Larreta en el ballottage haya afectado su candidatura presidencial. "Las elecciones locales no marcan situaciones claras hacia lo nacional", argumentó. Respondió las críticas de Máximo Kirchner
El líder del PRO hizo un balance tras la segunda vuelta que coronó a su sucesor en la jefatura de Gobierno porteño y rechazó la idea de que la exigua diferencia entre Rodríguez Larreta y Martín Lousteau pueda afectar sus aspiraciones de llegar a la presidencia.
"Ganar es un honor, la responsabilidad de gobernar la Ciudad de Buenos Aires por tercera vez no es una tarea simple. Ganar una elección con semejante nivel de exigencia, con una Constitución que exige ni lo que exige la presidencia de la República, nos llena de alegría", señaló Macri.
El jefe de Gobierno porteño opinó que "las elecciones nacionales no marcan situaciones claras hacia lo nacional" y se quejó de que el ballottage porteño se haya "teñido de lo nacional". En ese sentido, aseveró: "La cercanía con las PASO generó una polarización no real con los dos candidatos del ballottage".
Para Macri, "Lousteau fue impulsado por Carrió y Sanz y además recibió el apoyo total del kirchnerismo". Según su visión, entre el postulante del PRO y el de ECO "se generó entonces un desafío adicional, no previsto", y por eso "el triunfo tiene más valor".
En cuanto a la expectativa previa a la votación, Macri negó que el PRO esperase una diferencia de 10 puntos. "Nosotros aspirábamos a dos puntos más, yo dije un 54% y al final salió casi 52%, nunca pensamos en sacar 60%. Eso hubiera ocurrido si llegábamos a una final con el kirchnerismo, pero este fracasó y no llegó al ballottage", señaló al respecto.
"No nos vamos a creer que Cambiemos va a sacar el 98% en la Ciudad en las PASO. Sería un error creer eso. El que gane la interna seguro tendrá la mitad del electorado. Eso sería analizar mal una elección local con respecto a la nacional", puntualizó.
El líder del PRO hizo un balance tras la segunda vuelta que coronó a su sucesor en la jefatura de Gobierno porteño y rechazó la idea de que la exigua diferencia entre Rodríguez Larreta y Martín Lousteau pueda afectar sus aspiraciones de llegar a la presidencia.
"Ganar es un honor, la responsabilidad de gobernar la Ciudad de Buenos Aires por tercera vez no es una tarea simple. Ganar una elección con semejante nivel de exigencia, con una Constitución que exige ni lo que exige la presidencia de la República, nos llena de alegría", señaló Macri.
El jefe de Gobierno porteño opinó que "las elecciones nacionales no marcan situaciones claras hacia lo nacional" y se quejó de que el ballottage porteño se haya "teñido de lo nacional". En ese sentido, aseveró: "La cercanía con las PASO generó una polarización no real con los dos candidatos del ballottage".
Para Macri, "Lousteau fue impulsado por Carrió y Sanz y además recibió el apoyo total del kirchnerismo". Según su visión, entre el postulante del PRO y el de ECO "se generó entonces un desafío adicional, no previsto", y por eso "el triunfo tiene más valor".
En cuanto a la expectativa previa a la votación, Macri negó que el PRO esperase una diferencia de 10 puntos. "Nosotros aspirábamos a dos puntos más, yo dije un 54% y al final salió casi 52%, nunca pensamos en sacar 60%. Eso hubiera ocurrido si llegábamos a una final con el kirchnerismo, pero este fracasó y no llegó al ballottage", señaló al respecto.
"No nos vamos a creer que Cambiemos va a sacar el 98% en la Ciudad en las PASO. Sería un error creer eso. El que gane la interna seguro tendrá la mitad del electorado. Eso sería analizar mal una elección local con respecto a la nacional", puntualizó.
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