"Si los familiares quieren una vida yo estoy dispuesta a darles la mía", aseguró entre lágrimas la mujer. Su nieto, de 16 años, mató a sangre fría a Agustín Cantello
Agustín Cantello era un joven quiosquero de 25 años, que la noche del pasado el jueves fue asesinado por "Nico", un menor de 16 años que le disparó a quemarropa. El asesino y un cómplice, "Chucky" también menor de edad (17), fueron detenidos por la Policía Bonaerense. Tras ello, una ciudad conmovida realizó marchas en reclamo de Justicia por este hecho.
Según la explicación dada por su abuela, Susana, lo reconocieron por las imágenes de video que difundió la prensa, e incluso ellos mismos se encargaron de entregarlo a las autoridades. Detalló que otro de sus nietos, bombero que trabaja ayudando a quienes perdieron todo en las inundaciones, vio en internet las imágenes y lo reconoció, por lo que llamó a la mujer.
"Llamamos a los padres y lo primero que hicieron fue entregarlo. Él estaba durmiendo en la casa, el padre lo pone frente a la computadora y Nico decía que no era él, se da vuelta y se vuelve a acostar, ahí le dicen que lo van a entregar", explicó Susana en declaraciones a TN.
La mujer detalló que "mi nuera me llama llorando y voy allá. Le dijimos que era lo mejor que podía hacer, porque si lo viene a buscar la policía lo mata. Mi marido lo agarró de la mano como si fuera una criatura", momento en que lo suben al auto y "nos faltaba una cuadra para llegar a la sede y nos acusan de que queríamos escapar".
Entre lágrimas, aseguró: "Yo me pongo en el lugar de esa madre, yo sé que los familiares no quieren venganza, pero si quieren una vida yo estoy dispuesta a darles la mía, no me importa más nada, hemos perdido la tranquilidad. Nosotros no cometimos ningún delito y él no lo hizo consciente", aclarando que todo se debió al efecto de las drogas en el menor.
Según expresó, "hace 3 o 4 meses conoció una chica y a los hermanos de ella", con lo que se drogaba. "No lo pudimos rescatar porque nos decía a todo que sí, pero no aceptaba ayuda hasta hace poco", cuando después de una noche en que "había salido a bailar y dice que le dieron pastillas, todo, y lo golpearon, lo corrieron y no sabe cómo llegó a la casa".
Agustín Cantello era un joven quiosquero de 25 años, que la noche del pasado el jueves fue asesinado por "Nico", un menor de 16 años que le disparó a quemarropa. El asesino y un cómplice, "Chucky" también menor de edad (17), fueron detenidos por la Policía Bonaerense. Tras ello, una ciudad conmovida realizó marchas en reclamo de Justicia por este hecho.
Según la explicación dada por su abuela, Susana, lo reconocieron por las imágenes de video que difundió la prensa, e incluso ellos mismos se encargaron de entregarlo a las autoridades. Detalló que otro de sus nietos, bombero que trabaja ayudando a quienes perdieron todo en las inundaciones, vio en internet las imágenes y lo reconoció, por lo que llamó a la mujer.
"Llamamos a los padres y lo primero que hicieron fue entregarlo. Él estaba durmiendo en la casa, el padre lo pone frente a la computadora y Nico decía que no era él, se da vuelta y se vuelve a acostar, ahí le dicen que lo van a entregar", explicó Susana en declaraciones a TN.
La mujer detalló que "mi nuera me llama llorando y voy allá. Le dijimos que era lo mejor que podía hacer, porque si lo viene a buscar la policía lo mata. Mi marido lo agarró de la mano como si fuera una criatura", momento en que lo suben al auto y "nos faltaba una cuadra para llegar a la sede y nos acusan de que queríamos escapar".
Entre lágrimas, aseguró: "Yo me pongo en el lugar de esa madre, yo sé que los familiares no quieren venganza, pero si quieren una vida yo estoy dispuesta a darles la mía, no me importa más nada, hemos perdido la tranquilidad. Nosotros no cometimos ningún delito y él no lo hizo consciente", aclarando que todo se debió al efecto de las drogas en el menor.
Según expresó, "hace 3 o 4 meses conoció una chica y a los hermanos de ella", con lo que se drogaba. "No lo pudimos rescatar porque nos decía a todo que sí, pero no aceptaba ayuda hasta hace poco", cuando después de una noche en que "había salido a bailar y dice que le dieron pastillas, todo, y lo golpearon, lo corrieron y no sabe cómo llegó a la casa".
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