Son casos de la Ciudad de Buenos Aires, Rosario y Santiago del Estero. Creen que todos los homicidios tuvieron como móvil el robo.

Un joven de 26 años quedó acusado de cinco homicidios cometidos en las ciudades de Buenos Aires, Rosario y Salta. A través de pericias balísticas, los investigadores determinaron que una pistola 9 milímetros propiedad del imputado fue utilizada en todos los asesinatos.
Según informaron fuentes del caso a la agencia Télam, el acusado fue identificado como Javier Hernán Pino. Lo atraparon el 21 de octubre, en la ciudad santiagueña de Frías. En su poder encontraron varias armas, teléfonos celulares y objetos que lo vincularían a los distintos crímenes.
Al momento de su detención, el sospechoso era buscado por el homicidio de un playero salteño y de dos hermanos rosarinos. Luego, las pericias lo vincularían con otros dos casos que hasta el momento estaban impunes.
La saga de sangre por la que apuntan a Pino comenzó el 16 de febrero del año pasado, con el homicidio de Ni Qi Fu, dueño de un supermercado chino ubicado en Matheu 29, en el barrio porteño de Balvanera. La víctima fu encontrada tirada entre las góndolas de su comercio, con ocho disparos en la cabeza. Todo apuntaba a un crimen con sello mafioso. Pero las evidencias modificaron la hipótesis.
Dos meses después, el 15 de abril, Claudia Marcela Sosa (32) fue hallada asesinada en el departamento que alquilaba, en Tucumán 1545, en el Microcentro porteño. La mujer había sido asesinada el 8 de abril, de un disparo. Cómo en el caso anterior, en el lugar se encontró una vaina calibre 9 milímetros, según detalló la Procuración General en su sitio fiscales.gob.ar.
Fuentes del caso informaron que Pino y su padre se instalaron en la localidad salteña de "El Galpón", donde abrieron un comercio. Fue allí donde el 13 de julio mató al playero Ariel Ríos (28), durante un robo a la estación de servicio en la que trabajaba la víctima.
Luego de ser detenido, el joven confesaría el crimen. Pero todavía faltaba para eso. El 16 de octubre, Javier y Agustina Ponisino fueron acribillados en su casa de Rosario. La chica, de 26 años, tenía dos tiros en la cabeza. Su hermano, de 25, había recibido cuatro balazos. En la vivienda faltaban 25 mil pesos.
La pista para llegar hasta Pino saldría de las cámaras de seguridad. En las imágenes se veía su auto, que fue reconocido por la familia de las víctimas. Cuando vieron el video no lo podían creer: el sospechoso era amigo de Agustina.
Finalmente, el acusado fue detenido en la localidad santiagueña de Frías, donde vivía con su novia. El avance de las investigaciones de los crímenes permitió determinar que las balas fueron disparadas por la misma arma, la cual fue secuestrada en la casa del acusado.
Fuente: Clarin Policiales

Un joven de 26 años quedó acusado de cinco homicidios cometidos en las ciudades de Buenos Aires, Rosario y Salta. A través de pericias balísticas, los investigadores determinaron que una pistola 9 milímetros propiedad del imputado fue utilizada en todos los asesinatos.
Según informaron fuentes del caso a la agencia Télam, el acusado fue identificado como Javier Hernán Pino. Lo atraparon el 21 de octubre, en la ciudad santiagueña de Frías. En su poder encontraron varias armas, teléfonos celulares y objetos que lo vincularían a los distintos crímenes.
Al momento de su detención, el sospechoso era buscado por el homicidio de un playero salteño y de dos hermanos rosarinos. Luego, las pericias lo vincularían con otros dos casos que hasta el momento estaban impunes.
La saga de sangre por la que apuntan a Pino comenzó el 16 de febrero del año pasado, con el homicidio de Ni Qi Fu, dueño de un supermercado chino ubicado en Matheu 29, en el barrio porteño de Balvanera. La víctima fu encontrada tirada entre las góndolas de su comercio, con ocho disparos en la cabeza. Todo apuntaba a un crimen con sello mafioso. Pero las evidencias modificaron la hipótesis.
Dos meses después, el 15 de abril, Claudia Marcela Sosa (32) fue hallada asesinada en el departamento que alquilaba, en Tucumán 1545, en el Microcentro porteño. La mujer había sido asesinada el 8 de abril, de un disparo. Cómo en el caso anterior, en el lugar se encontró una vaina calibre 9 milímetros, según detalló la Procuración General en su sitio fiscales.gob.ar.
Fuentes del caso informaron que Pino y su padre se instalaron en la localidad salteña de "El Galpón", donde abrieron un comercio. Fue allí donde el 13 de julio mató al playero Ariel Ríos (28), durante un robo a la estación de servicio en la que trabajaba la víctima.
Luego de ser detenido, el joven confesaría el crimen. Pero todavía faltaba para eso. El 16 de octubre, Javier y Agustina Ponisino fueron acribillados en su casa de Rosario. La chica, de 26 años, tenía dos tiros en la cabeza. Su hermano, de 25, había recibido cuatro balazos. En la vivienda faltaban 25 mil pesos.
La pista para llegar hasta Pino saldría de las cámaras de seguridad. En las imágenes se veía su auto, que fue reconocido por la familia de las víctimas. Cuando vieron el video no lo podían creer: el sospechoso era amigo de Agustina.
Finalmente, el acusado fue detenido en la localidad santiagueña de Frías, donde vivía con su novia. El avance de las investigaciones de los crímenes permitió determinar que las balas fueron disparadas por la misma arma, la cual fue secuestrada en la casa del acusado.
Fuente: Clarin Policiales
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