La canciller lo hizo ante la Asamblea especial en las Naciones Unidas sobre drogas. Los opositores que acompañaron.
La Canciller realizó estas declaraciones al participar hoy de la Sesión Especial de Drogas que lleva adelante esta semana la Organización de Naciones Unidas en Nueva York.
Al comenzar su intervención, Malcorra recordó con pesar la “lamentable tragedia” que ocurrió el último fin de semana en un concierto de música electrónica en Costa Salguero, y que la llevó a cambiar su presentación ante la Asamblea General de ONU.
Lo sucedido en Argentina día atrás “es una clara muestra de cómo el flagelo de las drogas afecta a todos los países y personas sin ninguna distinción, truncando proyectos de vida, el futuro de nuestros jóvenes e hiriendo de forma irreversible nuestras familias y sociedades”, aseguró.
La ministra de Relaciones Exteriores señaló entonces que uno de los pilares que planteó el presidente Mauricio Macri al asumir en diciembre fue la lucha contra el narcotráfico y, por consiguiente, “una de las principales acciones de la nueva administración fue reconocer que Argentina enfrentaba una grave situación” en este aspecto.
“Al reconocer la existencia del problema se pueden buscar y alcanzar soluciones”, afirmó la Canciller, destacando la cooperación activa para intercambiar información y coordinación de acciones como una herramienta esencial para combatir a las drogas.
A nivel internacional, estas acciones “significan para la Argentina el protagonismo que debe retomar y que supo tener a lo largo de su historia desde los principios y valores a los que siempre adhirió”, detalló en el primer encuentro de este tipo que lleva adelante Naciones Unidas desde 1998.
Así, “en nuestro accionar interno e internacional, promovemos un enfoque integral y balanceado entre dimensiones de reflexión, la oferta, la lucha contra el tráfico ilícito de drogas y la reducción de la demanda en prevención y asistencia”.
Al presentar la posición argentina frente al problema mundial de las drogas, la titular del Palacio San Martín resaltó que los derechos humanos “son parte integral de la posición” del país ante este flagelo, incluyendo las políticas nacionales, “las perspectivas de género, así como también enfoques particulares para grupos vulnerables”.
“Es este camino que tenemos que recorrer como política de Estado de Derechos Humanos en relación con el problema de las drogas: a favor de la convivencia, desterrando el prejuicio, la estigmatización y la discriminación”, dijo.
Asimismo, en lo que hace a derechos humanos, destacó que en “Argentina no existe pena de muerte y por ello apoyamos firmemente la abolición de este castigo". Este comentario le valió un aplauso espontáneo de los presentes.
Al tomar la palabra en las reuniones de tres días que tienen lugar en Nueva York, la ministra consideró que “la herramienta imprescindible para enfrentar el problema mundial de las drogas es la cooperación internacional” siendo que el documento final del encuentro “corporiza la posibilidad de instrumentar dicha cooperación en todos los aspectos del flagelo que enfrentamos”.
El documento, también refleja uno de los principales resultados que la Sesión Especial debía incluir y que es “el consenso generalizado sobre el acceso y disponibilidad de sustancias controladas para fines médicos y científicos”, concluyó Malcorra.
La Canciller realizó estas declaraciones al participar hoy de la Sesión Especial de Drogas que lleva adelante esta semana la Organización de Naciones Unidas en Nueva York.
Al comenzar su intervención, Malcorra recordó con pesar la “lamentable tragedia” que ocurrió el último fin de semana en un concierto de música electrónica en Costa Salguero, y que la llevó a cambiar su presentación ante la Asamblea General de ONU.
Lo sucedido en Argentina día atrás “es una clara muestra de cómo el flagelo de las drogas afecta a todos los países y personas sin ninguna distinción, truncando proyectos de vida, el futuro de nuestros jóvenes e hiriendo de forma irreversible nuestras familias y sociedades”, aseguró.
La ministra de Relaciones Exteriores señaló entonces que uno de los pilares que planteó el presidente Mauricio Macri al asumir en diciembre fue la lucha contra el narcotráfico y, por consiguiente, “una de las principales acciones de la nueva administración fue reconocer que Argentina enfrentaba una grave situación” en este aspecto.
“Al reconocer la existencia del problema se pueden buscar y alcanzar soluciones”, afirmó la Canciller, destacando la cooperación activa para intercambiar información y coordinación de acciones como una herramienta esencial para combatir a las drogas.
A nivel internacional, estas acciones “significan para la Argentina el protagonismo que debe retomar y que supo tener a lo largo de su historia desde los principios y valores a los que siempre adhirió”, detalló en el primer encuentro de este tipo que lleva adelante Naciones Unidas desde 1998.
Así, “en nuestro accionar interno e internacional, promovemos un enfoque integral y balanceado entre dimensiones de reflexión, la oferta, la lucha contra el tráfico ilícito de drogas y la reducción de la demanda en prevención y asistencia”.
Al presentar la posición argentina frente al problema mundial de las drogas, la titular del Palacio San Martín resaltó que los derechos humanos “son parte integral de la posición” del país ante este flagelo, incluyendo las políticas nacionales, “las perspectivas de género, así como también enfoques particulares para grupos vulnerables”.
“Es este camino que tenemos que recorrer como política de Estado de Derechos Humanos en relación con el problema de las drogas: a favor de la convivencia, desterrando el prejuicio, la estigmatización y la discriminación”, dijo.
Asimismo, en lo que hace a derechos humanos, destacó que en “Argentina no existe pena de muerte y por ello apoyamos firmemente la abolición de este castigo". Este comentario le valió un aplauso espontáneo de los presentes.
Al tomar la palabra en las reuniones de tres días que tienen lugar en Nueva York, la ministra consideró que “la herramienta imprescindible para enfrentar el problema mundial de las drogas es la cooperación internacional” siendo que el documento final del encuentro “corporiza la posibilidad de instrumentar dicha cooperación en todos los aspectos del flagelo que enfrentamos”.
El documento, también refleja uno de los principales resultados que la Sesión Especial debía incluir y que es “el consenso generalizado sobre el acceso y disponibilidad de sustancias controladas para fines médicos y científicos”, concluyó Malcorra.
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