Ginger Maxville, empleada de las escuelas públicas de Mannford, Oklahoma, en Estados Unidos, hizo la maniobra de Heimlich y se convirtió en heroína.

El niño de cinco años empezó a toser y a hacer ademanes. No podía respirar. Ante el alboroto, la conductora del autobús se dio vuelta y le preguntó qué estaba haciendo. Desesperada, la hermana le dijo que se había atragantado con una moneda.
Ginger Maxville había aprendido 17 años atrás técnicas elementales de reanimación, como la maniobra de Heimlich, que se usa cuando alguien se atraganta con algún objeto que le corta la respiración. Nunca la había aplicado, pero sabía perfectamente lo que tenía que hacer.
Se levantó, tomó al niño por la espalda y apretó. Un instante después, escupió la moneda. Había logrado salvarlo.
"Me asustaste muchísimo. Gracias a Dios estás bien", le dijo Maxville, mientras lo abrazaba. La imagen y el audio quedó registrado por la cámara del autobús, y el video no tardó en viralizarse.
"Fue un momento en el que dije: 'Tengo que ver si sirvió para algo el entrenamiento, si estaba prestando atención mientras lo recibía'. ¡Y sirvió!", contó la conductora a ABC News.
"Fue Dios haciendo su trabajo a través de mí. Me alegro de que lo hayamos logrado", agregó.

El niño de cinco años empezó a toser y a hacer ademanes. No podía respirar. Ante el alboroto, la conductora del autobús se dio vuelta y le preguntó qué estaba haciendo. Desesperada, la hermana le dijo que se había atragantado con una moneda.
Ginger Maxville había aprendido 17 años atrás técnicas elementales de reanimación, como la maniobra de Heimlich, que se usa cuando alguien se atraganta con algún objeto que le corta la respiración. Nunca la había aplicado, pero sabía perfectamente lo que tenía que hacer.
Se levantó, tomó al niño por la espalda y apretó. Un instante después, escupió la moneda. Había logrado salvarlo.
"Me asustaste muchísimo. Gracias a Dios estás bien", le dijo Maxville, mientras lo abrazaba. La imagen y el audio quedó registrado por la cámara del autobús, y el video no tardó en viralizarse.
"Fue un momento en el que dije: 'Tengo que ver si sirvió para algo el entrenamiento, si estaba prestando atención mientras lo recibía'. ¡Y sirvió!", contó la conductora a ABC News.
"Fue Dios haciendo su trabajo a través de mí. Me alegro de que lo hayamos logrado", agregó.
Publicar un comentario