Se trata de Bianca, quien tras la operación había quedado en estado crítico. Su hermana Luciana se recupera.
Bianca, una de las bebés siamesas que fue separada de su hermana el lunes, murió tras sufrir "una falla hemodinámica irreversible", según informó el Hospital Posadas, donde ambas se encontraban internadas. Sobre su hermana, Luciana, la institución comunicó: "Sigue en estado crítico pero responde a la terapéutica implementada. Continúa en terapia intensiva pediátrica con respirador".
Luego de la intervención, se había informado que si bien había sido exitosa, todavía existían riesgos, sobre todo para Bianca, de quien se había comunicado que era la que estaba en estado más grave. A raíz de su muerte, la familia pidió una cadena de oraciones.
La operación duró 7 horas y estuvo a cargo de 40 personas que conformaron dos equipos de trabajo para atender a dos pacientes en un mismo quirófano. Además, según informó el hospital, "especialistas invitados sumaron apoyo de manera desinteresada para llevar a cabo esta intervención compleja pero no reglada donde ambas pacientes corren riesgo de vida".
Las pequeñas nacieron hace un año y tres meses y compartían el intestino grueso, parte de las vías urinarias y un hueso de la pelvis. La intervención estaba prevista para octubre del año pasado, pero se demoró, con el objetivo de tratar de minimizar los riesgos.
Bianca, una de las bebés siamesas que fue separada de su hermana el lunes, murió tras sufrir "una falla hemodinámica irreversible", según informó el Hospital Posadas, donde ambas se encontraban internadas. Sobre su hermana, Luciana, la institución comunicó: "Sigue en estado crítico pero responde a la terapéutica implementada. Continúa en terapia intensiva pediátrica con respirador".
Luego de la intervención, se había informado que si bien había sido exitosa, todavía existían riesgos, sobre todo para Bianca, de quien se había comunicado que era la que estaba en estado más grave. A raíz de su muerte, la familia pidió una cadena de oraciones.
La operación duró 7 horas y estuvo a cargo de 40 personas que conformaron dos equipos de trabajo para atender a dos pacientes en un mismo quirófano. Además, según informó el hospital, "especialistas invitados sumaron apoyo de manera desinteresada para llevar a cabo esta intervención compleja pero no reglada donde ambas pacientes corren riesgo de vida".
Las pequeñas nacieron hace un año y tres meses y compartían el intestino grueso, parte de las vías urinarias y un hueso de la pelvis. La intervención estaba prevista para octubre del año pasado, pero se demoró, con el objetivo de tratar de minimizar los riesgos.
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