El suizo Roger Federer saltó hoy a una nueva dimensión tenística al conquistar su octavo título de Wimbledon, el decimonoveno Grand Slam de su carrera, con un 6-3, 6-1 y 6-4 sobre el croata Marin Cilic en la final.
A 23 días de cumplir 36 años, Federer se convirtió en el primer hombre que gana ocho veces sobre el césped de Londres, desempatando con Pete Sampras y William Renshaw, y de paso estiró su récord de grandes hasta 19.
Puso tierra de por medio con los 15 del español Rafael Nadal, con el que peleará en los próximos meses por el número uno del ranking si nada raro ocurre.
El suizo llevaba desde 2012 sin triunfar en la catedral del tenis y en los años posteriores muchos temieron que no volvería a triunfar en el All England. Tras perder las finales de 2014 y 2015, en 2016 cayó en semifinales y después se tomó una pausa de seis meses para recuperarse de sus problemas en la rodilla y en la espalda.
Desde entonces, Federer vive en una nube. Ganó Australia, Indian Wells, Miami y Halle antes de llegar a Wimbledon. Y en la hierba más famosa del mundo, donde ganó su primer grande en 2003, se hizo gigante.
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