La emotiva despedida de la primera tripulación del #ARASanJuan

Los 34 tripulantes de la primera dotación del hoy desaparecido submarino escribieron un sentido poema.



Los 34 tripulantes de la primera dotación del submarino ARA San Juan homenajearon a los héroes del hoy desaparecido navío con un emocionante poema.

El mismo fue escrito por la esposa de Daniel Cepeda, el suboficial sonarista de la primera dotación que trajo al ARA San Juan en su bautismo interoceánico desde Alemania hasta Mar del Plata en una travesía que duró 28 días, según publicó el diario Clarín.

Se trata de Gabriela, una maestra de 49 años, quien tuvo la gran idea de redactar el sentido poema “Adiós gigante de acero” como homenaje de los 34 y sus mujeres, a los 44 héroes del ARA San Juan y sus familias.

“Yo te despido San Juan como se despide a los grandes, con humildad y en silencio. Yo te despido San Juan, con ese gesto triste que dejabas en los que llevabas a bordo y en los que dejabas en la dársena”, comienza diciendo el escrito.

“Yo te despido San Juan con la sonrisa de las anécdotas de todos los que surcaron el mar en tu regazo, los que te conocieron desde antes de tocar el mar tuvieron la fortuna de recorrerte por lugares recónditos de tu estructura que para otros ni siquiera fueron pensados”, agrega.

“Siempre serás recordado como el glorioso San Juan, el que forma parte de cientos de anécdotas de esos submarinistas, que no dejan ni dejarán de hablar de vos. Yo te despido San Juan con un Gracias, por todo lo que nos diste, Gracias, por ser parte de mi historia. Adiós gigante de acero”, concluye el poema.

El poema completo:​
Yo te despido San Juan como se despide a los grandes, con humildad y en silencio. Yo te despido San Juan, con ese gesto triste que dejabas en los que llevabas a bordo y en los que dejabas en la dársena.
Yo te despido San Juan con la sonrisa de las anécdotas de todos los que surcaron el mar en tu regazo, los que te conocieron desde antes de tocar el mar tuvieron la fortuna de recorrerte por lugares recónditos de tu estructura que para otros ni siquiera fueron pensados.
Casi como en secreto, detrás de ciertos equipos, algunos con pintura indeleble escribieron sus nombres y fechas de cuando te estaban armando allá, en Alemania, por los 80’s.
Para que aparecieran algún día cuando pasaras a desguace.
¡Vaya treta que te jugó el destino!
Yo te despido San Juan con la rivalidad que siempre tuviste con tu gemelo idéntico, el Santa Cruz.
Pero te digo algo…Para mí fuiste único.
Yo te despido San Juan con mis hijos sentados en la silla del sonar que su padre tanto quiso y mirando con la fascinación que sólo puede tener la mirada de un niño a través del periscopio.
Yo te despido San Juan con las risas de los festejos de cumpleaños, navidades, años nuevos, despedidas de solteros, nacimientos. Yo te despido San Juan con la ropa con “olor a submarino” que Dany traía casi a diario y que era imposible de tapar.
Te despido porque sé que diste lo mejor que pudiste, y todos los que pasaron por vos pusieron el alma, y éstos 44 pusieron su vida.
Siempre serás recordado como el glorioso San Juan, el que forma parte de cientos de anécdotas de esos submarinistas, que no dejan ni dejarán de hablar de vos.
Yo te despido San Juan con un Gracias, por todo lo que nos diste, Gracias, por ser parte de mi historia.
Adiós gigante de acero.
¡Viva la Patria!

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