Arabia Saudita: las mujeres asisten por primera vez a un partido de fútbol

Durante años, Arij al Ghamdi apoyó a distancia a su equipo de fútbol preferido, delante de su pantalla de televisión en su casa en Yedá. El viernes, esta mujer saudita pudo por fin hacerlo desde la tribuna de un estadio.



Por primera vez en Arabia Saudita se autorizó a las mujeres a asistir el viernes por la noche a un partido de fútbol, última demostración hasta la fecha de la apertura social mostrada por las autoridades.

"He venido al estadio con mi padre y mi hermano. Somos todos seguidores del equipo de Al Ahli", dice la estudiante, con la bufanda verde del club alrededor del cuello, recordando todas las veces en las que su casa se transformó en un club de seguidores.

"Hoy, por primera vez, vamos a trasladar este ambiente al estadio, lejos de las pantallas de televisión que cortan la imagen y no nos dejan vivir todo el fervor", continúa la joven, vestida con la tradicional abaya negra.

Las primeras seguidoras llegaron al estadio casi dos horas antes del arranque del encuentro de la Liga profesional saudita entre Al Ahli y Al Batin. Algunas dejaban asomar unos vaqueros bajo la tela negra, otras ocultaban parte del rostro bajo sus gafas de sol.



Solas o acompañadas de sus familias, cerca de 300 mujeres se sentaron en sus asientos reservados en el estadio de Yedá (oeste), ya que el reino prohíbe espacios mixtos en los lugares públicos.

Esta noche es la última muestra de las recientes reformas sociales lanzadas por las autoridades y ampliamente difundidas en los medios, entre las que figura una reducción de las restricciones impuestas a las mujeres. Entre esas medidas destaca la autorización para las mujeres de conducir a partir de junio.

Pero en este país regido por una forma rigorista del islam sunita, las mujeres deben todavía llevar el velo integral en público y tener el consentimiento de un tutor masculino -padre, marido o hermano- para viajar o estudiar.

La apertura, aunque tímida, es atribuida al príncipe heredero Mohamed bin Salmán, de 32 años, que se presenta como un modernizador en este reino conservador donde más de la mitad de la población tiene menos de 25 años.

Mucho antes del inicio del partido a las 20H00, el entusiasmo se palpaba en las calles y en las redes sociales. Y era igualmente visible en el rostro de Saleh Ziadi acompañado de sus tres hijas delante de la Ciudad Deportiva Rey Abdalá en Yedá.



"Mis hijas no se lo creían, no se daban cuenta de que iban a asistir a un partido de su equipo preferido", cuenta el padre, acostumbrado a desplazarse solo.

Alrededor de ellos, unas mujeres se apresuran a registrar a las espectadoras antes de conducirlas hasta sus asientos.

A finales de octubre, Riad autorizó a las mujeres a asistir a acontecimientos deportivos en tres estadios del país a partir de 2018, incluido el de Yedá. Después del partido del viernes, habrá un encuentro este sábado y otro el 18 de enero.

"Yo siempre veía los partidos por la televisión mientras mis hermanos iban a verlos al estadio", recuerda Nura Bakhrji. "Estaba acongojada cada vez que los veía regresar y que me contaban" el encuentro.

"Más de una vez me pregunté: ¿por qué no puedo ir?. Pero hoy las cosas han cambiado", celebra la joven.

Un optimismo compartido por Lamia Nasser, una habitante de Yedá de 32 años, que ve en este acontecimiento la señal de un futuro "próspero" para las sauditas.

Animada por la victoria del Al Ahli, por 5-0, Munira al Muled expresa un deseo que parecía inimaginable hace apenas unos meses: "A partir de ahora, ¡quiero ver todos los partidos en un estadio!".

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