El Fondo Monetario Internacional recortó hoy las previsiones de crecimiento económico de América Latina al 1,6 % en 2018 y el 2,6% en 2019, cuatro y dos décimas menos, respectivamente, que lo calculado en abril. La desaceleración de Argentina, Brasil y México es la razón principal para este cambio de perspectivas.
"Las menores estimaciones reflejan perspectivas más difíciles para economías clave, debido a condiciones financieras más ajustadas y la necesidad de consolidación política (Argentina), los efectos continuados de huelgas e incertidumbre política (Brasil), y las tensiones comerciales e incertidumbre sobre la renegociación comercial y la agenda del nuevo gobierno (México)", indicó el FMI en un comunicado.
Además, el organismo advirtió que "las tensiones comerciales son la mayor amenaza a corto plazo para el crecimiento global". El organismo se refirió así a la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer nuevos aranceles a China, la Unión Europea (UE), Canadá y México.
El FMI también alerta sobre un aumento de la incertidumbre en Europa, con la preocupación por la salida del Reino Unido de la UE ("Brexit") y asuntos estructurales de la zona euro. La migración también está pesando en los gobernantes y las condiciones económicas de África podrían conducir a un aumento de las presiones migratorias en Europa.
Pese a este panorama, el Fondo decidió mantener el pronóstico de crecimiento mundial para este año en 3,9%, señaló el economista jefe del FMI, Maurice Obstfeld.
Por el efecto de la huelga de camioneros que paralizó el país durante once días, la actividad económica de Brasil cayó en mayo un 3,34% respecto a abril, informó hoy el Banco Central de ese país.
Los datos corresponden al Índice de Actividad Económica, una medición previa del producto bruto interno y que el mes anterior tuvo un alza del 0,50 %.
El índice cayó 2,90% respecto a mayo del año pasado, mientras que en el acumulado de los últimos doce meses del año suma un avance del 1,13%.
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