“Este nivel de impuestos es perjudicial para el desarrollo del país”. Como lo había hecho un día antes en la localidad bonaerense de Trenque Lauquen, el presidente Mauricio Macri lamentó ayer en Córdoba la fuerte presión fiscal en la Argentina. La curiosidad, es que el presidente lo hizo después de que el gobierno reglamentó, a través de un decreto publicado temprano en el boletín oficial, el alcance del pago de ganancias sobre las indemnizaciones de sueldos de directivos de empresa y sobre la venta de inmuebles.
“Lamentablemente, una parte de lograr el déficit cero el año que viene tiene que ver con el aumento de impuestos”, dijo ayer Macri durante una conferencia de prensa en Córdoba. Un periodista del diario “Puntal” de Río Cuarto le había preguntado sobre la contradicción entre su diagnóstico y los hechos.
Un informe reciente del Instituto Argentino para el Análisis Fiscal (IARAF), indica que en año que viene la presión tributaria subirá 1 punto en términos de PBI en relación a la de 2018 y representará un 26,2%. El mismo trabajo sostiene que en los cuatro años de mandato de Macri, la presión fiscal habrá aumentado un 0,4%. Será más alta que en el último año del gobierno de Cristina Kirchner.
La crisis obligó a Macri a dar un giro en su política de lenta reducción de la presión tributaria. De hecho, era uno de los principios del “gradualismo” de la primera parte de su gobierno. Hasta que se quemaron los papeles.
El acuerdo con en Fondo Monetario de junio ratificado en septiembre, habilitó una suba y generalización de las retenciones a las exportaciones, un impuesto que el presidente siempre repudió. Macri agradeció recientemente el “esfuerzo patriótico” de los sectores con capacidad exportadora, la que al mismo tiempo busca estimular.
El Senado, a la par, discute el alcance de la suba al impuesto a los bienes personales. El gobierno accedió a que en el proyecto sancionado en Diputados quedara exceptuado el campo. La semana que viene, los senadores buscarán que se exima del impuesto a la vivienda familiar.
Uno de los objetivos del gobierno era eliminar ese tributo para el final del mandato del presidente.
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