Para la Justicia, el ataque a Olivares y Yadón en Congreso fue premeditado

En la imputación contra el presunto autor del hecho se indicó que esperaron a las víctimas y las atacaron. Además, creen que Navarro Cádiz practicó tiro en su casa.



Para la Justicia, el ataque que terminó con las muertes del diputado Héctor Olivares y su asesor, Miguel Yadón, fue premeditado. Es la hipótesis más fuerte tras la indagatoria realizada a Juan José "Cebolla" Navarro Cádiz (25), el principal acusado de haberlos asesinado.

"Cebolla" fue extraditado el viernes desde Montevideo y en las primeras horas de la madrugada se sentó ante el juez en lo Criminal y Correccional N° 16, Mariano Iturralde, para la indagatoria. La expectativa estaba puesta en lo que tenía para decir el dueño de la pistola calibre .40 de la que salieron los tiros, pero Navarro Cádiz se negó a declarar.

El acusado fue extraditado de Uruguay, a donde se había fugado después del ataque. El presunto tirador arribó al país en la noche del pasado viernes luego de haber estado una semana detenido en Uruguay, en donde había sido capturado por Interpol. Al ser trasladado a los Tribunales, Navarro Cádiz compareció en horas de la madrugada ante el juez de instrucción Mariano Iturralde y la fiscal Estela Andrades.

Se dio a conocer que Olivares y su asesor pasaron por primera vez frente al auto de sus asesinos nueve minutos antes del ataque y para el juez los autores actuaron con "alevosía" y "premeditación" al esconderse dentro de un vehículo con vidrios polarizados, detrás de un micro y por haber usado un arma con mira láser.

"Se le atribuye haber tomado parte en la agresión armada del 9 de mayo de 2019 cerca de las 6.50 en la Avenida de Mayo, entre las arterias Presidente Luis Sáenz Peña y Luis Cevallos de la ciudad de Buenos Aires, en cuyo contexto se causó la muerte de quien en vida fuera Miguel Marcelo Yadón e hirió de gravedad al diputado nacional Héctor Enrique Olivares provocando su posterior fallecimiento ocurrido el 12 de mayo", dice la acusación.

"Los agresores, permaneciendo a resguardo, ocultos en un vehículo Volkswagen Vento color gris dominio LYS 656, es que aguardaron con total cautela ocultando su presencia y el arma de fuego con la que luego se perpetraría sorpresivamente la agresión", señaló el juez Iturralde en la imputación.

El juez consideró que los vidrios polarizados del auto y el hecho de estar estacionado atrás de un micro ayudaron a los atacantes a esconderse. "En consiguiente disminuyó toda posibilidad de acción defensiva", agregó Iturralde, que hizo referencia "nueve minutos antes, los agresores pudieron detectar y seguir los movimientos de las víctimas mientras giraban en torno a la plaza".

Sobre esa pistola Bersa Thunder calibre .40 usada en el hecho y secuestrada en la casa de Navarro Cádiz, Iturralde recalca que "además se encontraba acondicionada con un dispositivo de mira láser que aseguraría el éxito del ataque".

"El ocultamiento señalado se vio reforzado ya que el Vento presentaba vidrios polarizados, así también por el lugar donde estacionaron el vehículo, detrás de un vehículo de gran porte que dificultaba la visión de las víctimas mientras avanzaban hacia el lugar y porque en consiguiente disminuyó toda posibilidad de acción defensiva", agrega la imputación.

El juez resalta que "además, nueve minutos antes, los agresores pudieron detectar y seguir los movimientos de las víctimas mientras giraban en torno a la plaza, pues pasaron 6.41 frente a la posición de los agresores dando una primera vuelta".

"Los extremos ya apuntados vislumbran el obrar premeditado de los coautores para desplegar con seguridad aquel accionar que resultó letal", recalca el magistrado.

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