La situación económica del Barcelona es crítica, tal y como ha desvelado la memoria económica del club a la que han accedido varios medios de comunicación.
En cifras brutas, el Barcelona debe un total de 1.173 millones de euros, de los cuales debe pagar 730 a corto plazo. El mayor problema son las amortizaciones y fichajes que tiene pendientes, amén de créditos solicitados, hasta el punto de que 266 millones (de los que 90 son al fondo Goldman Sachs) deben estar pagados en junio de 2021. La garantía que pusieron sobre la mesa para estos créditos es la filial que lleva el merchandising del club: en caso de no pagar, pasaría a ser propiedad de los acreedores.
El programa 'Què T'hi Jugues', de SER Catalunya, afirma que el Barcelona tiene un fondo de maniobra negativo (la liquidez del club no llega a cubrir toda su deuda) aún de 602 millones, algo que ahonda aún más en esta crisis. Es decir: si el Barcelona vendiera todo su patrimonio, aún no cubriría toda su deuda.
La situación es tan crítica que el Barcelona cuenta con que el público vuelva al estadio en febrero, porque si no, las cuentas no salen. Calculan unos ingresos en el Camp Nou de unos 56 millones, si tienen al menos un 25% de aforo en febrero y un 50% en mayo.
El mayor problema es que la falta de ingresos ha hecho que la masa salarial se dispare. Según estas cuentas, que aún pertenecen a los últimos ejercicios de la presidencia de Josep María Bartomeu, en sueldos el Barcelona se gasta un 74% de lo que mete en caja. El balance del club implica que, técnicamente, está en quiebra, si bien aún tienen un poco de margen.
Parte de la deuda que tienen es en fichajes. La labor de la dirección deportiva culé no ha dado los réditos suficientes en forma de trofeos y se han confirmado como inversiones literalmente ruinosas. Así, el club debe pagar 196 millones, entre los que destacan 40 al Liverpool por Coutinho, 48 al Ajax por De Jong, o 5 al Atlético de Madrid por derechos preferenciales sobre varios futbolistas.
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