Hallaron dos tanques de oxígeno de Tomás Gimeno, el monstruo de Tenerife que asesinó a sus dos hijas

Son botellas pequeñas que se usan para emergencias en las inmersiones de buceo. La búsqueda del cuerpo del hombre y su hija de un año continúan.


Hallaron dos tanques de oxígeno de Tomás Gimeno, el monstruo de Tenerife que asesinó a sus dos hijas



El buque oceanográfico 'Ángeles Alvariño' ha localizado en el fondo del mar tres objetos que pudieran pertenecer a Tomás Gimeno, el padre de Anna y Olivia, informaron a Efe fuentes de la Guardia Civil. Se trata de dos minitanques de oxígeno puro y un propulsor de buceo.


Los investigadores han comprobado que las botellas pertenecen Gimeno y sospechan que este se lanzó al mar con el cinturón de plomos y luego se provocó una "muerte dulce" con el oxígeno puro. Estaban a 1.500 metros de profundidad, a cinco millas de la costa de Santa Cruz de Tenerife y en la nueva zona de búsqueda de los cuerpos de Gimeno y Anna.





Días antes de ese hallazgo fue localizada una bombona de buceo y unas fundas nórdicas que resultaron determinantes para afinar las labores de búsqueda.


El propulsor de buceo aún no se sabe a quién pertenece puesto que el de Gimeno estaba en su lancha.


Por otra parte, Beatriz Zimmermann, la madre de las pequeñas Anna y Olivia, tiene la firme determinación de ofrecer una despedida a las niñas, que va a a tener lugar la próxima semana, sin que por el momento se haya concretado ni fecha y hora, tal y como señaló ayer el portavoz de la familia, Joaquín Amills, en una entrevista en Antena 3. Beatriz quiere un funeral público, que se convierta en un homenaje a Olivia (cuyo cuerpo apareció el pasado 10 de junio) y también a su hermana Anna, «aunque no esté el cuerpo presente», si bien deberá estar condicionado a las limitaciones impuestas por el nivel 3 que ayer se decretó para Tenerife, adelanta El Día, de Prensa Ibérica.


Con todo, la familia ha concebido una despedida conjunta, que una a la sociedad española, incluso a la comunidad internacional, que se ha solidarizado con esta familia, en un funeral abierto y público al que se podrá sumar toda la ciudadanía (sujeta a las restricciones de la pandemia) y al que Joaquín Amills no descarta que pueda asistir algún representante del Gobierno español.





La familia reivindica este acto también como un punto de partida. «Que las pequeñas Anna y Olivia sean un presente y un futuro para que todos podamos trabajar en que las cosas cambien. Para que hechos como estos no vuelvan a suceder», señala Joaquín Amills.


Si bien el hallazgo del cuerpo de Olivia supuso para la familia un duro golpe, también les ha dado la seguridad de que las pequeñas están juntas, cuidando la una de la otra, «como siempre han hecho», explica la familia.


La Guardia Civil trabaja en la hipótesis de que Tomás Gimeno pudo quitarse la vida antes del amanecer del 28 de abril, después de haber lastrado los cuerpos de sus dos hijas, Anna y Olivia. De ahí que durante las últimas jornadas, el buque oceanográfico Ángeles Alvariño se haya centrado en rastrear una zona más alejada del punto en el que se encontraron la botella de buceo, la funda del edredón y el cadáver de Olivia en el interior de una bolsa, lastrada por el ancla de la embarcación de recreo, –la otra bolsa en la que supuestamente se encontraría el cadáver de Anna se halló vacía– a 1.000 metros y dentro del área que coincide con la última geolocalización del móvil de Gimeno.


En los días siguientes a este hallazgo, y tras batir aquella zona sin obtener resultados positivos, el buque se ha centrado ahora en unas coordenadas más alejadas de la costa, a una distancia de algo más de cuatro millas náuticas, y con rumbo suroeste, coincidiendo precisamente con la deriva que habría seguido la embarcación, empujada por las corrientes, hasta su localización en un punto próximo al litoral del Puertito de Güímar.


Los investigadores entienden que tras lanzar al mar los cuerpos de sus dos hijas, el padre no habría dejado pasar demasiado tiempo para, haciendo uso del cinturón de plomo de su equipo de submarinismo, acabar también con su vida, de manera que es en esa zona donde el Ángeles Alvariño se encuentra en estos días centrando su rastreo.


De otra parte, el Liporus 2000, el submarino-robot, pieza sustancial que se encuentra a bordo del buque, está ahora en perfecto estado y, después de haber sufrido algunos inconvenientes como consecuencia de la intensidad de los trabajos, despliega su operatividad sin problemas.


La Guardia Civil está estudiando medios alternativos para sustituir al buque Ángeles Alvariño, afirmó ayer el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, quien ha indicado que no hay que perder la esperanza de que se puedan encontrar más indicios o pruebas que señalen «algo más».


El delegado del Gobierno en Canarias se refirió a la tarea de búsqueda de Tomás Gimeno y su hija Anna, desaparecidos desde el pasado 27 de abril, y que el buque oceanográfico interrumpió la noche de este martes, debido a las malas condiciones del mar en la zona de rastreo.


Al respecto, Anselmo Pestana indicó que es inminente la partida del buque del Instituto Español de Oceanografía desde el puerto de Santa Cruz de Tenerife una vez amaine el viento. El Ángeles Alvariño está «peinando al máximo» la zona del recorrido estimado entre donde se pierde la señal del teléfono móvil de Tomás Gimeno, a las 02:27 horas del 28 de abril, y donde se halló su embarcación a la deriva, y teniendo en cuenta que puede haber desviaciones producidas por las corrientes, ha precisaba Pestana.




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