De los 164 millones de estadounidenses vacunados, menos del 0,1% se infectó de coronavirus y solo el 0,001% murió

Las bajas cifras de contagios y muertes demuestran que la pandemia es, sobre todo, una amenaza para la población no vacunada


De los 164 millones de estadounidenses vacunados, menos del 0,1% se infectó de coronavirus y solo el 0,001% murió



De los 164 millones de estadounidenses vacunados, solo 125.000 personas (el 0,077%) han dado positivo en las pruebas de COVID-19 y menos del 0,001% ha muerto, según datos oficiales de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Además, las autoridades sanitarias revelaron que menos del 0,004% de los inoculados con pauta completa experimentaron un caso de brote con resultado de hospitalización.


Cuando las personas se infectan después de la vacunación, los científicos llaman a estos casos infecciones posvacunación porque el virus rompió la barrera protectora que proporciona la vacuna.


Pero, aunque las “infecciones posvacunación” han acaparado la atención de los medios de comunicación, las bajas cifras muestran que la pandemia es -sobre todo- una amenaza para la población no vacunada.


Aunque el término pueda sonar aterrador, los datos ponen de relieve lo que los principales expertos en salud de todo el país han destacado durante meses: las vacunas contra el COVID-19 son muy eficaces para prevenir las enfermedades graves y las muertes causadas por el Covid-19 y son la mejor opción para frenar la pandemia y evitar más sufrimiento.


Así, las infecciones en personas vacunadas siguen siendo muy raras y suelen causar síntomas leves o ninguno. Por ejemplo, datos de los CDC de 46 estados revelaron que entre el 1 de enero y el 30 de abril de 2021 se registraron 10.262 infecciones posvacunación, mientras que hubo 11,8 millones de diagnósticos de COVID-19 en total durante el mismo periodo.


Desde mayo pasado, los CDC se han centrado en investigar únicamente los casos de hospitalizados o mortales entre personas totalmente vacunadas. La agencia dice que los datos se basan en “informes pasivos y voluntarios” y son una “instantánea” para “ayudar a identificar patrones y buscar señales entre los casos de avance de la vacuna”. Del estudio surgió que menos del 0,004% necesitó hospitalización y que el 74% de las infecciones posvacunación se produjeron entre adultos de 65 años o más.


Estos datos, además de la protección de los no vacunados, fue clave para que las autoridades sanitarias volvieran a recomendar el uso de mascarilla entre los inoculados con pauta completa.



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