El hombre había sido excarcelado por la Justicia federal y la mujer había sido beneficiada con prisión domiciliaria
Los investigadores del triple crimen de Rosario en el que aparecieron asesinados una pareja y su beba investigan si el móvil está vinculado con el narcotráfico. Esto se debe a que las víctimas fueron ejecutadas tras haber salido del casamiento de una mujer que cumple prisión domiciliaria por venta de estupefacientes.
En este sentido, las autoridades barajan la hipótesis de que los homicidas eran sicarios contratados especialmente para cometer los crímenes.
La mujer en cuestión se llama Brisa Milagros Leguizamón Ferreyra, que fue procesada por “integrar una organización dedicada al traslado, acopio, fraccionamiento y comercialización de estupefacientes, y cuya principal zona de influencia es el barrio La Cerámica de Rosario”, según se lee en una de las resoluciones del juez federal Carlos Vera Barros.
Por este motivo la mujer se encontraba con prisión domiciliaria en una vivienda de la calle Rueda al 200, en Rosario.
Según pudo saberse al festejo fueron invitadas alrededor de 300 personas, entre los que estaban varios integrantes de la familia Cantero (de la banda narco Los Monos) con sus hijos.
El triple crimen ocurrió esta madrugada, alrededor de las 4, cuando una pareja con su pequeña hija salió de un salón de eventos de la localidad de Ibarlucea, ubicada a siete kilómetros al noroeste de Rosario, denominado “Campos de Ibarlucea”. En el lugar, que forma parte de un barrio cerrado, se había celebrado un casamiento al que asistió esa familia.
De acuerdo con las primeras averiguaciones, mientras circulaban por la ruta nacional 34S en sentido a Rosario en un coche, la familia fue atacada a balazos desde una camioneta por presuntos sicarios, que tras disparar escaparon.
Si bien el conductor y su hija resultaron heridos, de todos modos alcanzaron a volver al salón de eventos, desde donde fueron trasladados por un particular al Hospital “Eva Perón” de la localidad de Granadero Baigorria, el más cercano al lugar.
Según explicaron voceros del caso, los médicos de la guardia constataron que ambos ingresaron muertos al centro de salud como consecuencia de las heridas por los disparos recibidos.
A su vez, los investigadores señalaron que la mujer fue hasta el hospital a bordo de su vehículo. Aunque al recibir la confirmación de las muertes, dejó el lugar, lo mismo que la persona que había llevado a los heridos.
Tras esto, personal del mencionado hospital le avisó a la Policía, que un rato más tarde encontró en un camino rural cercano a Ibarlucea el mismo auto quemado y con un cuerpo de mujer calcinado en el asiento del acompañante, que sería la pareja del hombre asesinado.
En el lugar del ataque, personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) encontró nueve vainas servidas de calibre nueve milímetros que fueron enviadas a peritar por orden del fiscal.
El hombre asesinado de varios disparos fue identificado por la Policía como Iván Maximiliano Giménez, de 33 años, mientras que la beba también alcanzada por las balas se llamaba Elena y tenía apenas un año y medio.
Asimismo, el cuerpo de la mujer hallado calcinado en el coche fue enviado al Instituto Médico Legal de Rosario para su identificación. No obstante, fuentes de la investigación dijeron que sería la pareja del hombre, llamada Érica Vanesa Romero, de 37 años.
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