El vocero presidencial, Manuel Adorni, admitió que el IPC de diciembre estará en línea con lo que estimaron las consultoras, pero señaló: "Esta situación inflacionaria insoportable existe hace más de 20 años, quien crea que empezó hace 30 días, no vive en Argentina". A días de conocerse la inflación de diciembre, que tiene una proyección del 25% al 31%, el aumento de precios no da tregua. El incremento de la nafta ente un 27% y 30% le agregará al IPC de enero al menos 1 punto extra de forma directa, sin tener en cuenta el impacto de segunda vuelta en el transporte y los alimentos, mientras que el descongelamiento en prepagas, telefonía, trenes y colectivos sumará otros 5 puntos, dejando el índice del primer mes del 2024 en un piso del 25%, según estimaciones privadas.
El fin de los acuerdos de precios, el primer incremento de naftas post balotaje y la suba del 118% en el dólar oficial presionaron la inflación de diciembre, que los principales informes privados calcularon entre el 25% y 31%. El impacto del descongelamiento de los precios regulados y la devaluación seguirán percibiéndose tanto en enero y febrero e impulsarán aumentos totales por encima del 100% durante el verano.
"Entendemos que el número gira en torno al que se hace referencia y entendemos que el problema inflacionario es una de las grandes batallas que tenemos para dar", respondió Adorni en su usual conferencia de prensa al ser cuestionado por la opinión oficial respecto de un IPC en la zona del 30% para el último mes del 2023. "Sabemos muy bien cómo terminar con la inflación y sabemos que lleva tiempo. Una las grandes bombas que nos dejó la gestión anterior es la bomba inflacionaria, pero esta situación insoportable existe hace más de 20 años, quien crea que empezó hace 30 días, no vive en Argentina", argumentó el vocero. El número del Indec se conocerá el próximo jueves 11 de enero.
La economista de Eco Go Rocío Bisang explicó que la suba en combustible "con el arrastre" de diciembre queda en 33,8% y que "de forma directa sumaria 1,04 puntos a la inflación, aproximadamente". "Eso no considera los efectos de segunda vuelta: al aumentar los combustibles, aumenta el costo de transporte de bienes y servicios y eso impacta también en los precios", destacó.
En esa línea, la analista de LCG Florencia Iragui remarcó que "ya algunos rubros mostrarían nuevamente una inflación superior al 25%" en enero. "Solo entre los regulados que anunciaron aumentos en estos días, ya sumamos 6 puntos a la inflación general y puede que se anuncien más. A esto hay que sumarle un 27% del índice que es alimentos y bebidas sin alcohol, que se ven afectados por los aumentos de combustibles", consideró.
Al respecto, el director de la consultora Equilibra, Lorenzo Sigaut Gravina, calculó la inflación de diciembre en un 26% y estimó que "el número de enero sería similar, al orden del 25%". En sintonía, Andrés Borenstein de Econviews también proyectó tanto el IPC de diciembre como el de enero en un 25% y destacó que la incidencia de la suba de combustibles será del 4,25% y le añadirá un punto al resultado final.
El jefe de Research de Ecolatina, Santiago Manoukian, consideró: "El IPC de enero va a estar por encima del 20%, probablemente por debajo de diciembre, aunque viene con el arrastre estadístico negativo, más el ajuste con impactos directos e indirectos de aumentos transversales a la economía que van a darse en estas semanas".
El fin de los acuerdos de precios, el primer incremento de naftas post balotaje y la suba del 118% en el dólar oficial presionaron la inflación de diciembre, que los principales informes privados calcularon entre el 25% y 31%. El impacto del descongelamiento de los precios regulados y la devaluación seguirán percibiéndose tanto en enero y febrero e impulsarán aumentos totales por encima del 100% durante el verano.
"Entendemos que el número gira en torno al que se hace referencia y entendemos que el problema inflacionario es una de las grandes batallas que tenemos para dar", respondió Adorni en su usual conferencia de prensa al ser cuestionado por la opinión oficial respecto de un IPC en la zona del 30% para el último mes del 2023. "Sabemos muy bien cómo terminar con la inflación y sabemos que lleva tiempo. Una las grandes bombas que nos dejó la gestión anterior es la bomba inflacionaria, pero esta situación insoportable existe hace más de 20 años, quien crea que empezó hace 30 días, no vive en Argentina", argumentó el vocero. El número del Indec se conocerá el próximo jueves 11 de enero.
La economista de Eco Go Rocío Bisang explicó que la suba en combustible "con el arrastre" de diciembre queda en 33,8% y que "de forma directa sumaria 1,04 puntos a la inflación, aproximadamente". "Eso no considera los efectos de segunda vuelta: al aumentar los combustibles, aumenta el costo de transporte de bienes y servicios y eso impacta también en los precios", destacó.
En esa línea, la analista de LCG Florencia Iragui remarcó que "ya algunos rubros mostrarían nuevamente una inflación superior al 25%" en enero. "Solo entre los regulados que anunciaron aumentos en estos días, ya sumamos 6 puntos a la inflación general y puede que se anuncien más. A esto hay que sumarle un 27% del índice que es alimentos y bebidas sin alcohol, que se ven afectados por los aumentos de combustibles", consideró.
Al respecto, el director de la consultora Equilibra, Lorenzo Sigaut Gravina, calculó la inflación de diciembre en un 26% y estimó que "el número de enero sería similar, al orden del 25%". En sintonía, Andrés Borenstein de Econviews también proyectó tanto el IPC de diciembre como el de enero en un 25% y destacó que la incidencia de la suba de combustibles será del 4,25% y le añadirá un punto al resultado final.
El jefe de Research de Ecolatina, Santiago Manoukian, consideró: "El IPC de enero va a estar por encima del 20%, probablemente por debajo de diciembre, aunque viene con el arrastre estadístico negativo, más el ajuste con impactos directos e indirectos de aumentos transversales a la economía que van a darse en estas semanas".
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