De acuerdo a Epyca, “el gasto público en pagar jubilaciones se derrumbó”. Explicaron que durante el primer trimestre de 2023 el gasto público representó 1,8% del PBI y en el segundo un 1,9%, mientras en los últimos dos tramos del año pasado fue de 1,6% del Producto. “En el primer trimestre del 2024 alcanzaron solo 1,2% del PBI (con un PBI más bajo, además, por la recesión)”, comparó la consultora.
Como consecuencia de esta fuerte contracción en el gasto, Epyca alertó sobre un fenómeno inédito en la historia reciente: la jubilación mínima está por debajo de la línea de pobreza: “Teniendo en cuenta la necesidad calórica promedio de personas mayores de 65 años, la jubilación mínima de julio alcanzó para adquirir 0,98 canastas básicas totales, es decir, no alcanza para cubrir las necesidades alimentarias y de vivienda. Esto es un fenómeno nuevo en la historia argentina: nunca se había dado antes de este año”, argumentaron.
Afirmaron que “desde inicios de 2023, tanto con el esquema jubilatorio previo al actual como con el actual, las jubilaciones han perdido capacidad de compra”. Estimaron que, entre enero y julio de 2024, la caída real acumulada de la jubilación mínima, incluso contando los bonos de $70.000 de marzo, abril y junio, fue de 15,7% interanual, es decir, el total de estos primeros 7 meses en comparación con el total de enero-julio de 2023.
A su vez, la consultora agregó que la caída en términos reales fue de 13,1% interanual durante julio, mientras que desde enero de 2023 mermó un 18,1%. “Así, la jubilación mínima de julio estuvo un 8,6% por debajo en términos reales que la jubilación promedio real de todo 2023”, comentó Epyca.
Desde el Gobierno argumentan que desde noviembre de 2023, las jubilaciones, sin contabilizar el bono que sólo se otorga integro en la mínima, subieron 5% en términos reales. Sin embargo, desde Eco Go explicaron que “dada la licuación del bono fijado en $70.000 desde abril, la jubilación mínima ($295.495 en agosto) cayó casi 13% en términos reales”. Y agregaron que “también es cierto que acumulan caídas de 44% desde octubre del 2017 y de 25% cuando se computa el bono sobre la mínima”.
En su opinión, “intentar volver a los niveles de gasto previsional previos a la más que duplicación de los jubilados con la moratoria previsional requiere una definición sobre el sistema previsional a futuro en un contexto donde solo 9,5 millones de trabajadores lo hacen en la formalidad frente a una Población Económica Activa de 22 millones de personas”.
Por este motivo, para la consultora dirigida por Marina Dal Poggetto el sistema previsional “no puede ser contributivo y solidario en simultáneo y el monotributo no resuelve la inconsistencia fiscal”. Según sus estimaciones, la nueva ley implicaría un gasto de 0,4% del PBI, a “lo cual habría que sumarle las deudas con las cajas provinciales, que podrían alcanzar un 0,4% adicional”. Ya para 2025, “el impacto estimado se ubica en torno a 0,7% adicional a lo de este año”.
Justamente, las argumentaciones del gobierno para vetar la norma fueron el alto costo fiscal de la ley, que pondría en riesgo el equilibrio presupuestario; y la falta de especificación sobre cómo se financiaría el aumento de las jubilaciones.
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