La Cámara Federal quiere tratar el jueves el caso contra la Presidenta
La Cámara Federal pretende resolver cuanto antes el futuro de la causa iniciada por la denuncia que presentó el fiscal Alberto Nisman cuatro días antes de aparecer en su departamento con un tiro en la cabeza.
Los jueces de la Sala I del tribunal se propusieron darle una definición al asunto cuanto antes, pues están en juego cuestiones de gravedad institucional, dado que los denunciados son la presidenta Cristina Kirchner, el canciller Héctor Timerman y el diputado camporista Andrés Larroque, entre otros señalados por Nisman. El fiscal los acusó de complotarse para armar un plan que libraría a ex altos funcionarios iraníes de las acusaciones que pesan en su contra como autores e ideólogos del atentado contra el edificio de la AMIA, ocurrido en 1994.
En primera instancia, tras la muerte de Nisman, el fiscal Gerardo Pollicita impulsó el caso y pidió realizar medio centenar de medidas de prueba para avanzar y establecer si la denuncia es verosímil. Pero el juez Daniel Rafecas, tras estudiar el expediente una semana, entendió que no había evidencias para sostener la denuncia. Y dos días antes de que la presidenta Cristina Kirchner inaugurara ante la Asamblea Legislativa el período ordinario de sesiones en el Congreso, desestimó la denuncia.
El fallo le dio oxígeno al Gobierno, pero Pollicita apeló el desistimiento para que la Cámara Federal revise el fallo de Rafecas. Quién debía defender la denuncia de Nisman ante ese tribunal es Germán Moldes, el fiscal ante la Cámara Federal.
El Gobierno, a través de la defensa del diputado Larroque, intentó apartarlo del caso, pero la Sala I de la Cámara, con el voto unánime de los tres jueces Eduardo Freiler, Eduardo Farah y Jorge Ballestero entendió que no había motivos. Con el fiscal confirmado, el proceso siguió su trámite y el jueves pasado las partes argumentaron ante la Cámara Federal en favor y en contra de la sobrevida de la denuncia de Nisman. Ahora la Cámara debe decidir.
La Cámara Federal pretende resolver cuanto antes el futuro de la causa iniciada por la denuncia que presentó el fiscal Alberto Nisman cuatro días antes de aparecer en su departamento con un tiro en la cabeza.
Los jueces de la Sala I del tribunal se propusieron darle una definición al asunto cuanto antes, pues están en juego cuestiones de gravedad institucional, dado que los denunciados son la presidenta Cristina Kirchner, el canciller Héctor Timerman y el diputado camporista Andrés Larroque, entre otros señalados por Nisman. El fiscal los acusó de complotarse para armar un plan que libraría a ex altos funcionarios iraníes de las acusaciones que pesan en su contra como autores e ideólogos del atentado contra el edificio de la AMIA, ocurrido en 1994.
En primera instancia, tras la muerte de Nisman, el fiscal Gerardo Pollicita impulsó el caso y pidió realizar medio centenar de medidas de prueba para avanzar y establecer si la denuncia es verosímil. Pero el juez Daniel Rafecas, tras estudiar el expediente una semana, entendió que no había evidencias para sostener la denuncia. Y dos días antes de que la presidenta Cristina Kirchner inaugurara ante la Asamblea Legislativa el período ordinario de sesiones en el Congreso, desestimó la denuncia.
El fallo le dio oxígeno al Gobierno, pero Pollicita apeló el desistimiento para que la Cámara Federal revise el fallo de Rafecas. Quién debía defender la denuncia de Nisman ante ese tribunal es Germán Moldes, el fiscal ante la Cámara Federal.
El Gobierno, a través de la defensa del diputado Larroque, intentó apartarlo del caso, pero la Sala I de la Cámara, con el voto unánime de los tres jueces Eduardo Freiler, Eduardo Farah y Jorge Ballestero entendió que no había motivos. Con el fiscal confirmado, el proceso siguió su trámite y el jueves pasado las partes argumentaron ante la Cámara Federal en favor y en contra de la sobrevida de la denuncia de Nisman. Ahora la Cámara debe decidir.
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