El juez federal salió al cruce de las acusaciones de dos prefectos que dijeron que un secretario de su juzgado había recomendado "no molestar a los chicos". El magistrado dijo que podrían estar intentando "entorpecer la investigación".
La investigación por la muerte de cinco jóvenes en la fiesta Time Wrap en la madrugada del sábado en el predio de Costa Salguero derivó en un fuerte cruce entre el juez federal Sebastián Casanello y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
El magistrado envió este mediodía un oficio a Bullrich en el que le pide que tome “medidas de rigor dada la gravedad y urgencia del caso” por la acusación que hicieron el prefecto Rubén Eduardo Farrus y el subprefecto Meraldo Verón, quienes según reveló Infobae, refirieron en un escrito enviado ayer por el Ministerio de Seguridad que el secretario Gustavo Russo, del juzgado de Casanello, días antes de la fiesta les había indicado a los efectivos que su tarea debía enfocarse en la “comercialización de estupefacientes, recomendando además no molestar a los chicos que iban a divertirse, agregando que jóvenes que trabajaban en su juzgado concurrirían al evento”. El magistrado, con ironía, destaca que dicho oficio llegó a su juzgado “llamativamente” después del allanamiento ordenado en las oficinas de Prefectura.
En el oficio enviado este mediodía por el magistrado, Casanello transcribe el descargo que hicieron los secretarios de su juzgado en el que ambos niegan haber mantenido un encuentro con los prefectos. Y el secretario Martín Smietniansky detalla que sí “se acercaron por Mesa de Entradas dos efectivos de esa fuerza que no se identificaron e hicieron saber que las noches del 15 y 16 de marzo en el predio de Costa Salguero se celebraría una fiesta electrónica”. Smietniansky continúa que les recordó a los efectivos que si detectaban conductas en infracción a la ley de estupefacientes “debían realizar la inmediata consulta al teléfono celular de turno que tendría conmigo”. También se les enfatizó que en dichos casos “las consultas por hechos posiblemente ilícitos debe promoverse desde el lugar en el que estarían ocurriendo, previo a la remisión de los prevenidos a cualquier dependencia policial, a los fines de que este Juzgado disponga el temperamento a adoptar”. El funcionario judicial agrega que es “absolutamente falso que les haya recomendado ‘no molestar a los chicos que iban a divertirse’ o cualquier otro concepto semejante”.
De hecho, el sábado cuando la situación ya estaba desbordada, la Prefectura dio intervención a la Justicia ordinaria. Ayer, Sandro Abraldes, el primer fiscal de Instrucción que intervino en la causa (antes de que pasara al fuero federal), dijo que les había llamado poderosamente la atención que cuando llegaron al predio de Costa Salguero “personal de Prefectura nos dijo que nos daban intervención a nosotros porque ahí no había drogas, por lo cual debía intervenir la justicia ordinaria (…) Esa fue la primera sospecha que me despiertan las fuerzas de seguridad, y por eso las desplacé de la investigación. Eso, sumado a que me dijeron que hicieron controles durante la noche y que no habían encontrado nada”.
La investigación por la muerte de cinco jóvenes en la fiesta Time Wrap en la madrugada del sábado en el predio de Costa Salguero derivó en un fuerte cruce entre el juez federal Sebastián Casanello y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
El magistrado envió este mediodía un oficio a Bullrich en el que le pide que tome “medidas de rigor dada la gravedad y urgencia del caso” por la acusación que hicieron el prefecto Rubén Eduardo Farrus y el subprefecto Meraldo Verón, quienes según reveló Infobae, refirieron en un escrito enviado ayer por el Ministerio de Seguridad que el secretario Gustavo Russo, del juzgado de Casanello, días antes de la fiesta les había indicado a los efectivos que su tarea debía enfocarse en la “comercialización de estupefacientes, recomendando además no molestar a los chicos que iban a divertirse, agregando que jóvenes que trabajaban en su juzgado concurrirían al evento”. El magistrado, con ironía, destaca que dicho oficio llegó a su juzgado “llamativamente” después del allanamiento ordenado en las oficinas de Prefectura.
En el oficio enviado este mediodía por el magistrado, Casanello transcribe el descargo que hicieron los secretarios de su juzgado en el que ambos niegan haber mantenido un encuentro con los prefectos. Y el secretario Martín Smietniansky detalla que sí “se acercaron por Mesa de Entradas dos efectivos de esa fuerza que no se identificaron e hicieron saber que las noches del 15 y 16 de marzo en el predio de Costa Salguero se celebraría una fiesta electrónica”. Smietniansky continúa que les recordó a los efectivos que si detectaban conductas en infracción a la ley de estupefacientes “debían realizar la inmediata consulta al teléfono celular de turno que tendría conmigo”. También se les enfatizó que en dichos casos “las consultas por hechos posiblemente ilícitos debe promoverse desde el lugar en el que estarían ocurriendo, previo a la remisión de los prevenidos a cualquier dependencia policial, a los fines de que este Juzgado disponga el temperamento a adoptar”. El funcionario judicial agrega que es “absolutamente falso que les haya recomendado ‘no molestar a los chicos que iban a divertirse’ o cualquier otro concepto semejante”.
De hecho, el sábado cuando la situación ya estaba desbordada, la Prefectura dio intervención a la Justicia ordinaria. Ayer, Sandro Abraldes, el primer fiscal de Instrucción que intervino en la causa (antes de que pasara al fuero federal), dijo que les había llamado poderosamente la atención que cuando llegaron al predio de Costa Salguero “personal de Prefectura nos dijo que nos daban intervención a nosotros porque ahí no había drogas, por lo cual debía intervenir la justicia ordinaria (…) Esa fue la primera sospecha que me despiertan las fuerzas de seguridad, y por eso las desplacé de la investigación. Eso, sumado a que me dijeron que hicieron controles durante la noche y que no habían encontrado nada”.
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