Para evitar la polémica, le encomendará la operación a la Organización de Aviación Civil Internacional

El Gobierno avanza en su plan para comprar el nuevo avión presidencial. Y, para evitar la polémica en torno al costo -más de US$ 50 millones-, negocia encomendarle la operación a la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), una agencia internacional dependiente de las Naciones Unidas.
La información fue revelada por el diario La Nación, que asegura que "la orden ya habría salido desde el entorno de Mauricio Macri", que pretende dejar de recurrir al avión de línea o a servicios alquilados para trasladarse. Esa fue una de las primeras medidas que adoptó el jefe de Estado al dar de baja al Tango-01 y enviarlo a la Base de El Palomar , dado que su arreglo y adaptación requerían una inversión de 20 millones de dólares, una cifra considerada elevada para un Boeing 757-200, de 1992 y con más de 11 mil horas de vuelo.
Si bien en el Gobierno confirmaron las conversaciones con la OACI, aclararon que "todavía no está cerrado". La decisión de encargar la compra a una agencia internacional resulta inédita. Pero servirá, según entienden en el macrismo, para garantizar la transparencia y despejar cualquier duda. Se trata, al cabo, de un organismo de referencia en el ámbito aerocomercial.
Aunque está descartado que se compre un avión nuevo, dado que la entrega puede llegar a demorar más de un año y medio, en el Gobierno apuntan a una aeronave moderna, con más autonomía de vuelo -la del Tango 01 es de 7.222 kilómetros- y con comodidades para el mandatario: un dormitorio privado y un baño con ducha. Podría ser, según consigna La Nación, un Boeing Business Jet (BBJ), una adaptación para convertir en jet privados los aviones comerciales del fabricante estadounidense.

El Gobierno avanza en su plan para comprar el nuevo avión presidencial. Y, para evitar la polémica en torno al costo -más de US$ 50 millones-, negocia encomendarle la operación a la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), una agencia internacional dependiente de las Naciones Unidas.
La información fue revelada por el diario La Nación, que asegura que "la orden ya habría salido desde el entorno de Mauricio Macri", que pretende dejar de recurrir al avión de línea o a servicios alquilados para trasladarse. Esa fue una de las primeras medidas que adoptó el jefe de Estado al dar de baja al Tango-01 y enviarlo a la Base de El Palomar , dado que su arreglo y adaptación requerían una inversión de 20 millones de dólares, una cifra considerada elevada para un Boeing 757-200, de 1992 y con más de 11 mil horas de vuelo.
Si bien en el Gobierno confirmaron las conversaciones con la OACI, aclararon que "todavía no está cerrado". La decisión de encargar la compra a una agencia internacional resulta inédita. Pero servirá, según entienden en el macrismo, para garantizar la transparencia y despejar cualquier duda. Se trata, al cabo, de un organismo de referencia en el ámbito aerocomercial.
Aunque está descartado que se compre un avión nuevo, dado que la entrega puede llegar a demorar más de un año y medio, en el Gobierno apuntan a una aeronave moderna, con más autonomía de vuelo -la del Tango 01 es de 7.222 kilómetros- y con comodidades para el mandatario: un dormitorio privado y un baño con ducha. Podría ser, según consigna La Nación, un Boeing Business Jet (BBJ), una adaptación para convertir en jet privados los aviones comerciales del fabricante estadounidense.
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