Según un fallo judicial, lo asesinó de un balazo tras una pelea por el control de la calle y la recaudación.
El Tribunal Oral condenó a Clemente Hernando Anzotegui a 11 años de prisión por el homicidio de Arnaldo Narciso Armoa. El caso había ocurrido el 23 de agosto de 2015 en el barrio de La Boca. Y los jueces comprobaron que el crimen se cometió "en medio de una disputa territorial y económica entre trapitos".
El tribunal, integrado por los jueces Javier Anzoátegui, Luis María Rizzi y Carlos Rengel Mirat, dispuso la condena al final de un juicio oral que se extendió por dos semanas y a lo largo del cual declararon una decena de testigos.
Tanto la fiscalía, a cargo de Fabián Céliz, como la querella habían pedido penas de entre 17 y 20 años de cárcel.
Anzotegui fue condenado por asesinar de un balazo a Armoa, otro cuidacoches, en una pelea por la recaudación y el control de la calle donde trabajaban. A lo largo del juicio, quedó probado que el homicidio tuvo como telón de fondo reclamos cruzados por la recaudación de los trapitos, disputas territoriales y problemas personales.
Anzotegui argumentó que disparó "en defensa propia", pues Armoa lo persiguió cuando se iba en un auto junto con su mujer y una hija, y le apuntó con un arma. Pero los jueces descartaron la "legítima defensa" y dictaron la condena.
El Tribunal Oral condenó a Clemente Hernando Anzotegui a 11 años de prisión por el homicidio de Arnaldo Narciso Armoa. El caso había ocurrido el 23 de agosto de 2015 en el barrio de La Boca. Y los jueces comprobaron que el crimen se cometió "en medio de una disputa territorial y económica entre trapitos".
El tribunal, integrado por los jueces Javier Anzoátegui, Luis María Rizzi y Carlos Rengel Mirat, dispuso la condena al final de un juicio oral que se extendió por dos semanas y a lo largo del cual declararon una decena de testigos.
Tanto la fiscalía, a cargo de Fabián Céliz, como la querella habían pedido penas de entre 17 y 20 años de cárcel.
Anzotegui fue condenado por asesinar de un balazo a Armoa, otro cuidacoches, en una pelea por la recaudación y el control de la calle donde trabajaban. A lo largo del juicio, quedó probado que el homicidio tuvo como telón de fondo reclamos cruzados por la recaudación de los trapitos, disputas territoriales y problemas personales.
Anzotegui argumentó que disparó "en defensa propia", pues Armoa lo persiguió cuando se iba en un auto junto con su mujer y una hija, y le apuntó con un arma. Pero los jueces descartaron la "legítima defensa" y dictaron la condena.
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