El detenido por el crimen del kiosquero de Ramos Mejía había estado preso por robo

Leandro Suárez fue detenido junto con una cómplice de 15 años: se los señala como los responsables del crimen de Roberto Sabo ocurrido este domingo.


El detenido por el crimen del kiosquero de Ramos Mejía había estado preso por un robo



Roberto Sabo, un kiosquero de 45 años fue asesinado durante un asalto, en plena zona comercial de la localidad bonaerense de Ramos Mejía, y por el hecho fue detenida una pareja. El indicado como autor del asesinato es Leandro Daniel Suárez, quien en su prontuario registra antecedentes penales de peso.


Suárez, de 29 años, está domiciliado en Ciudadela. Lo mismo ocurre con la cómplice que fue detenida junto a él, una menor de 15 años que vive en el Fuerte Apache. El mayor de los dos ladrones está marcado como el autor del disparo con un revólver calibre 22 que terminó con la vida de Sabo en forma instantánea.





De acuerdo a los registros carcelarios, Suárez ingresó al penal el 16 de noviembre de 2014 y fue liberado en agosto de 2020 de la Unidad N°19 del Servicio Penitenciario Federal, la Colonia Penal de Ezeiza. Dejó la cárcel porque ya había cumplido con la condena de cinco años y diez meses de prisión que le correspondió por distintos ilícitos que cometió.


"Nunca pensé que me iba a pasar esto. Me arruinaron la familia. Nunca más puedo vivir tranquilo", dijo llorando a los medios.


El ladrón fue llevado a juicio por los delitos de hurto con escalamiento en grado de tentativa y robo a mano armada, dos hechos en concurso real. La condena fue determinada por el Tribunal N°8 de la Justicia porteña y supervisada por el Juzgado de Ejecución Penal N°1, según informó Infobae. También hay constancia de que durante su detención en el sistema penitenciario federal, cobró el sueldo para detenidos por tareas menores durante cinco años de acuerdo a sus registros previsionales.





Pero un año y dos meses después de haber recuperado la libertad, Suárez volvió a ser detenido pero esta vez por un hecho más grave: el asesinato de Sabo. Fue parte de un raid delictivo que realizó junto con su cómplice adolescente, en el que robaron un auto Ford Focus (a un remisero) y con el que escaparon de la escena del crimen, y también se llevaron una moto de un repartidor.


La causa quedó a cargo del fiscal Federico Medone, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática de Homicidios del Departamento Judicial La Matanza, quien caratuló al hecho como “homicidio en ocasión de robo”.


Suárez quedó acusado en la causa, mientras que la adolescente que lo acompañaba fue puesta a disposición de la justicia de menores, que deberá declararla inimputable porque tiene 15 años.


Las fuentes de la investigación señalaron que en medio de la huida, los dos delincuentes que iban en el auto chocaron contra un árbol en el cruce de las calles Saavedra y Alvear, tras lo cual, ingresaron a un supermercado con la intención de simular unas compras y cambiarse la vestimenta para no ser reconocidos.


Vecinos de La Matanza cansados de la inseguridad

Por el hecho, vecinos de la ciudad de La Matanza se manifestaron este domingo por la noche frente a la comisaría 2da de Ramos Mejía de la Policía Bonaerense. Al lugar acudió el ministro de Seguridad, Sergio Berni, quien no pudo contactarse con los familiares de Sabo por el estado de exaltación de quienes se agolparon frente a la seccional.





Gabriel Lombardo, miembro del grupo de "Vecinos En Alerta La Matanza", que arman cuadrillas para intentar cuidarse de la inseguridad, denunció este lunes que los asesinos del kiosquero de Ramos Mejía estuvieron detenidos unas horas antes en Villa Ballester por robo, pero fueron liberados.


"La pareja, el sábado a la noche, estuvo detenida en una comisaría de Villa Ballester porque habían cometido un asalto y los liberaron. Los fiscales y los jueces liberan a estas ratas", afirmó Lombardo en declaraciones en Radio Rivadavia.


"Estamos haciendo un trabajo que nadie nos paga. Es triste todo. Al (ministro de Seguridad bonaerense, Sergio) Berni casi lo linchamos porque es una vergüenza", agregó.


En un desgarrador testimonio frente a los medios de comunicación, Pedro Sabo, el padre de la víctima, entre lágrimas les agradeció, en forma irónica, “a Alberto (Fernández) y a Cristina (Kirchner) por haber liberado presos”.




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