En la primera colocación de deuda tras las presidenciales, el Tesoro consiguió seducir a los inversores con un total de 7 títulos idexados que sirven de cobertura o bien contra la devaluación del tipo de cambio oficial como son los bonos dólar-linked o bien contra la inflación mediante letras y bonos ajustables por CER o incluso contra ambos como es el caso del bono dual que vence en junio del año próximo. De esta forma, obtuvo en la licitación de este viernes un total de poco más $1,2 billones, es decir lo suficiente para cubrir los $505.000 millones y además otros casi $704.000 millones adicionales con los que financiar el déficit fiscal.
Si se suma este “financiamiento neto positivo” al de la primera licitación de octubre, en el mes la Secretaría de Finanzas de hizo de un total de $768.558 millones, lo que implica una tasa de refinanciamiento del 161%. A su vez, “con este resultado, el financiamiento neto de lo que va del año alcanzó los $5 billones, con una tasa de refinanciamiento del 153%”, detallaron en el Ministerio de Economía.
Una vez más, Eduardo Setti, secretario de Finanzas, cosechó la incertidumbre económica y política imperante al ofrecerle al mercado solo instrumentos indexados, esto es, contratos que pagan más capital si las variables macroeconómicas se deterioran. Al fin y al cabo, la siguiente licitación será recién el 21 de noviembre, es decir, después del balotaje entre Sergio Massa y Javier Milei. Además, Setti pudo incluso desestimar el 18% del volumen ofrecido por el mercado local por estos títulos en pesos. En efecto, en Finanzas “se recibieron 892 ofertas, que representan un VNO (valor nominal) ofertado total de $1,1 billones, de los cuales se adjudicó un VNO de $0,9 billones, que representa un valor efectivo de $1,2 billones”, precisaron en Economía.
Así, de los poco más de $1,2 billones adjudicados, 57% estuvo compuesto por instrumentos ajustados por CER, el 33% por instrumentos duales y, el 10% restante, por instrumentos vinculados al dólar. En este sentido, la totalidad del financiamiento neto correspondió al sector privado, dijeron en el Palacio de Hacienda, “con una amplia del sector financiero con aseguradoras, fondos comunes de inversión y empresas”.
En este sentido, el economista Hernán Hirsch consideró que se trató de “una buena colocación de deuda” a la que calificó también de “oportunista” ya que “el Gobierno está aprovechando la demanda de cobertura de los inversores en un contexto de una elevada expectativa de inflación y de devaluación”. Y agregó que “le permite obtener fondos frescos para financiar el ‘plan platita’ y tener que emitir menos pesos desde el Banco Central”.
Cabe destacar que, en el abanico de deuda ofrecido por Setti, dos instrumentos tienen vencimiento en el primer trimestre de 2025 recién y entre ambos se llevaron el 19% del valor efectivo adjudicado. En tanto, los otros cinco vencen a lo largo de 2024. En consecuencia “en esta licitación, considerando todos los instrumentos, logramos extender el plazo promedio ponderado por valor efectivo adjudicado en 8,9 meses”, remarcaron en Finanzas.
La sed por coberturas es tal que, en la reapertura de la letra ajustada por CER X20F4 (cuyo vencimiento es el 20 de febrero de 2024 y que fue el único papel ofertado dentro del Programa de Creadores de Mercado) cortó en la licitación de este viernes con una tasa nominal anual negativa del 7,7%. Mientras que por los otros tres bonos ajustables por CER, la tasa quedó en terreno positivo. Más extremo aun fue el caso de los tres bonos dólar-linked que quedaron con tasas muy negativas. Por caso, el que vence el próximo 30 de abril quedó con una tasa semestral anualizada del -28,86%; y el dual, con -28,74%.
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